El escollo serio es que Pedro Sánchez se agarra al cargo como guacamayo a la percha.
Repite como una letanía que a él no lo sacan de La Moncloa ni con disolvente y que deben resistir como sea hasta 2027. Y entonces, con la ‘Brunete Pedrete’ periodística a su servicio, el CIS de Tezanos y la propaganda institucional millonaria, jugársela a cara o cruz.
No descarta el tipo repetir por los pelos la Coalición Frankenstein.
Los otros, los que le han dorado serviles la píldora durante siete años, no opinan lo mismo.
Está el PSOE más confuso que una gallina en un baile y una buena parte piensa y maquina un plan para salvar al partido: ‘tirar a Sánchez por la borda, buscar un nuevo líder e ir a eleciones en 2026′.
La política española, siempre propensa al dramatismo, ha encontrado en el PSOE su último gran escenario de crisis.
El partido, que ha gobernado España dos de cada tres años desde la Transición que siguió a la muerte de Franco, vive ahora una tormenta perfecta: escándalos de corrupción, división interna y la sombra de un adelanto electoral que amenaza con borrar del mapa los últimos restos del sanchismo.
El mantra entre los cuadros socialistas se repite como letanía: “No es salvar a Sánchez, es salvar al PSOE”.
No lo dicen pero es la ‘Operación salvar al corrupto PSOE’.
El Gobierno Sánchez, arrinconado por el caso Koldo
Todo comenzó a desmoronarse cuando la figura de Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos y pieza clave en la trama de presunta corrupción sobre contratos públicos durante la pandemia, empezó a ocupar horas de grabaciones y titulares.
El 18N —fecha ya mítica en los corrillos de Ferraz— Koldo grabó más de 12 horas de conversaciones en un solo día.
Estas grabaciones, junto con la declaración clave que deberá prestar próximamente ante el Tribunal Supremo, amenazan con dar un «jaque mate» no solo al Gobierno sino incluso al entorno familiar del propio presidente: el marido de Begoña Gómez está en el punto de mira judicial.
Mientras la Guardia Civil documenta lo que muchos ya califican como una “organización criminal en la cúpula del PSOE”, los líderes territoriales del partido han pasado del estupor a la indignación.
La presidenta navarra María Chivite o el castellanoleonés Carlos Martínez han verbalizado un sentimiento extendido: “Me da vergüenza salir a la calle”.
La herida está abierta y supura en cada esquina del socialismo español.
Las desesperadas maniobras socialistas: ¿Congreso extraordinario y líder nuevo?
En esta situación límite, las maniobras internas se han multiplicado. La consigna es ganar tiempo y evitar unas elecciones inmediatas que serían letales para el partido. Fuentes socialistas plantean una hoja de ruta clara:
- Convocar una moción de confianza para prolongar la legislatura y evitar elecciones anticipadas.
- Reestructurar el Gobierno con una crisis profunda que implique la salida de varios ministros señalados por los socios parlamentarios.
- Convocar un Congreso extraordinario antes del verano para elegir un nuevo líder y presentar una imagen renovada ante la ciudadanía.
- Fijar las elecciones generales para el primer semestre de 2026, confiando en que el desgaste haya remitido y que Sumar y Junts no tengan interés en forzar comicios inmediatos por sus propios problemas internos.
En este contexto, nombres como María Jesús Montero —recién aterrizada en la secretaría general andaluza— o incluso Eduardo Madina —resucitado del ostracismo tras descubrirse las irregularidades en las primarias de 2014— aparecen como posibles relevos para encabezar la nueva etapa socialista. ¿Será Madina el giro inesperado que necesita el PSOE? El debate está sobre la mesa y hasta Felipe González lo desliza con sorna.
El sanchismo acorralado: soledad, críticas y desconfianza
La situación personal de Pedro Sánchez es poco menos que insostenible. Por primera vez desde su llegada al poder, no cuenta ni con el respaldo cerrado del aparato ni con los apoyos parlamentarios necesarios para sobrevivir sin sobresaltos. En su última intervención pública, María Jesús Montero evitó mencionar siquiera al secretario general: el silencio fue tan estruendoso como revelador.
El propio Sánchez ha optado por retirarse unos días a Quintos de Mora (Toledo), intentando recomponer filas antes del crucial Comité Federal previsto para julio. Allí se esperan cambios profundos en la Ejecutiva Federal y la presentación de una auditoría externa sobre las cuentas del partido —un gesto más simbólico que efectivo ante la gravedad de las acusaciones—.
Entre tanto, voces críticas dentro del partido describen a Sánchez como “narcisista” e incapaz de distinguir entre lo aceptable y lo inaceptable. Algunos dirigentes recuerdan con sorna cómo quienes perdieron aquellas primarias amañadas ahora ven resarcidas sus denuncias: “El tiempo pone a cada uno en su sitio”, comentan entre risas amargas.
Un calendario electoral bajo presión… y con muchas incógnitas
Oficialmente, las próximas elecciones generales deberían celebrarse en 2027. Sin embargo, nadie apuesta ya porque Sánchez logre agotar la legislatura. La presión para anticipar los comicios antes de las municipales y autonómicas de 2027 es creciente: alcaldes y barones territoriales temen llevarse otra “bofetada” electoral como ocurrió hace dos años.
El calendario inmediato marca varias fechas calientes:
- Sesión de control al Gobierno esta semana: ocasión propicia para que Sánchez anuncie una moción de confianza o algún movimiento inesperado.
- Comité Federal del PSOE (Sevilla, 5 julio): posible escenario para anunciar cambios orgánicos e iniciar el proceso congresual.
- Elecciones autonómicas (Castilla y León, febrero 2026; Andalucía, junio 2026): termómetro decisivo sobre el estado real del socialismo en las urnas.
- Posible adelanto electoral general al primer semestre de 2026 si fracasa la estrategia interna.
Mientras tanto, todos se preguntan qué pedirán los socios parlamentarios (Sumar, Junts) a cambio de seguir apoyando cualquier operación de salvamento socialista. Nadie regala nada en política y menos cuando huele a debilidad.
Curiosidades políticas y datos para cafetería
- El famoso “18N” pasará a los anales como el día maratoniano en que Koldo grabó más horas que muchos diputados trabajan al mes.
- Eduardo Madina podría volver a escena justo cuando se cumplen diez años del “proceso amañado” que le apartó del liderazgo socialista.
- En Andalucía, donde reside el mayor número de militantes socialistas (más de 40.000), cuatro provincias han renovado líder provincial este año… pero ninguna quiere ser la primera en enfrentarse a unas generales con las siglas tan tocadas.
- El PNV ya le dijo a Rajoy en 2017 que diera “un paso al lado”. Ahora muchos barones socialistas sueñan con ver a Sánchez imitando aquel gesto… aunque dudan si él sabrá bajarse del autobús antes de estrellarlo.
Y como decía aquel viejo chascarrillo político: “En Ferraz hay más nervios que sillas libres”. La operación salvar al corrupto PSOE está en marcha… pero nadie sabe si llegará a tiempo.