Pillado.
Y esto es delito.
La política española nunca ha sido un terreno para cardíacos, y menos aún cuando el epicentro de la tormenta es Pedro Sánchez.
Si alguien pensaba que tras la última remodelación del Gobierno habría tregua en Ferraz, se equivocaba de plano. El líder socialista está de nuevo en la cuerda floja, esta vez por la gestión ilegal de las donaciones recibidas durante las primarias que le devolvieron la secretaría general del PSOE.
Un escándalo que, según los últimos datos, pone en jaque la credibilidad del partido y amenaza con desencadenar consecuencias penales, políticas y personales de largo alcance.
El crowdfunding bajo sospecha: 100.000 euros y muchas sombras
Corría 2017 cuando Pedro Sánchez, tras su abrupta salida del liderazgo socialista, lanzó una campaña de crowdfunding para financiar su retorno triunfal. En apenas tres semanas, logró recaudar 100.440 euros gracias a 2.749 donaciones anónimas, gestionadas a través de la asociación Bancal de rosas, presidida entonces por Francisco Martín, hoy delegado del Gobierno en Madrid. La mayoría de las aportaciones rondaban entre los 10 y 20 euros, pero hubo algunas —pocas— que superaron los 600 euros, lo que ya levantó cejas entre los más escrupulosos.
El problema surgió cuando el Tribunal de Cuentas advirtió que este tipo de recaudación debía regirse por la estricta normativa sobre financiación de partidos políticos. La colecta fue suspendida, pero el dinero ya estaba en circulación y la opacidad sobre la identidad de los donantes dejó una estela de dudas que hoy vuelve a pasar factura al presidente.
¿Financiación irregular? El horizonte penal acecha
Las investigaciones recientes han desvelado indicios preocupantes: militantes y organizaciones socialistas valoran llevar el asunto a los tribunales ante la sospecha de que algunas firmas bajo lupa pudieron participar ilegalmente en la campaña interna. La Guardia Civil ha puesto el foco en posibles conexiones con tramas mayores vinculadas a adjudicaciones públicas y cobro de mordidas, donde nombres como Koldo García, Santos Cerdán y José Luis Ábalos suenan con fuerza.
No es menor el hecho de que tanto Cerdán como Ábalos estén siendo investigados por delitos tan graves como organización criminal y cohecho. El disco duro incautado a Ábalos —intentando ser sacado clandestinamente por una actriz porno— contiene mensajes comprometidos con Sánchez y otros altos cargos del PSOE. En Ferraz cunde un nerviosismo inédito: lo que empezó como una simple recaudación para gasolina y bocadillos puede acabar con varios dirigentes sentados ante un juez.
El plan del marido de Begoña: resistir mientras arrecian las tormentas
En medio del vendaval judicial y mediático, Pedro Sánchez parece haber adoptado una estrategia clara: resistir cueste lo que cueste. Como un boxeador acorralado en las cuerdas pero aún desafiante, el presidente insiste en negar cualquier responsabilidad personal o institucional. En sus últimas intervenciones públicas desde Ferraz ha mezclado disculpas genéricas con ataques a PP y VOX —acusándolos poco menos que de inventar bulos— mientras proclama la limpieza ética del PSOE. Todo ello sin perder ocasión para dejar claro que no habrá elecciones anticipadas: “No vamos a mirar hacia otro lado”, ha prometido solemnemente.
El relato oficial del entorno sanchista es tan simple como férreo: “Cometemos errores, sufrimos traiciones, pero somos honestos”. A su favor juega la capacidad para marcar agenda mediática y movilizar a sus bases más leales; en contra, el desgaste interno y una sucesión imparable de escándalos que hace cada vez más difícil sostener ese discurso sin fisuras.
Un partido al borde del colapso moral (y electoral)
La crisis ha golpeado especialmente fuerte en territorios como Andalucía, donde el PSOE trataba de dejar atrás la “losa” histórica de los ERE. Sin embargo, el caso Cerdán ha devuelto al socialismo andaluz a un estado catatónico: barones descolocados, diputados desmotivados y una dirección obligada a insuflar ánimos casi con respiración asistida. La sensación entre veteranos parlamentarios es demoledora: “Te golpea en la boca del estómago”, confiesan algunos.
Mientras tanto, María Jesús Montero —mano derecha del presidente— ve cómo se tambalea su autoridad tras haber defendido públicamente a Cerdán horas antes de su dimisión forzada. Los adversarios políticos no han tardado en vincular este escándalo con los viejos fantasmas socialistas; para muchos ciudadanos (y no pocos militantes), la regeneración prometida por Sánchez queda ahora reducida a cenizas retóricas.
Claves judiciales: discos duros ocultos y advertencias veladas
La investigación judicial sobre las cuentas del PSOE se solapa peligrosamente con otros frentes abiertos: desde el presunto fraude electoral en el voto por correo hasta las amenazas cruzadas entre antiguos aliados convertidos ahora en enemigos íntimos. Ábalos ha advertido —no sin cierto tono chantajista— que dispone de “diálogos comprometidos” desde 2021 capaces de salpicar al propio presidente. La Guardia Civil ha intervenido ya 34 dispositivos electrónicos entre discos duros, móviles y USBs; cada nuevo hallazgo amenaza con abrir grietas aún más profundas en el edificio socialista.
Por si fuera poco, la Fiscalía ha decidido reactivar investigaciones largamente postergadas sobre presuntos fraudes electorales vinculados al PSOE tras nuevas revelaciones periodísticas. La agenda judicial se llena así de fechas incómodas para Ferraz mientras los adversarios políticos afilan sus argumentos.
A modo de cierre —sin moraleja ni conclusiones definitivas— merece la pena rescatar algunas curiosidades:
- El crowdfunding para las primarias fue tan exitoso que recaudó más dinero en tres semanas que muchas ONG’s durante todo un año.
- La operación policial para incautar los discos duros incluyó una escena digna del mejor cine negro: una actriz porno intentando burlar a los agentes escondiendo pruebas clave… dentro del pantalón.
- Entre los donantes anónimos hubo quien aportó exactamente 911 euros; quizás era supersticioso o simplemente quería dejar huella.
- En cada escándalo reciente relacionado con corrupción socialista siempre acaba apareciendo alguno de estos nombres: Ábalos, Cerdán o Koldo García; un trío digno del mejor thriller político nacional.
- Pese al desgaste público, Pedro Sánchez sigue convencido —al menos oficialmente— de que su modelo resistirá hasta 2027… aunque cada día parecen menos quienes comparten esa fe.
En definitiva: la política española sigue ofreciendo material para guionistas incansables… y para analistas políticos con buen sentido del humor (y nervios templados).