No es habitual que un representante institucional eche más leña al fuego en el siempre tenso debate sobre la convivencia política en el País Vasco.
Pero Ramiro González, diputado general de Álava por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), ha conseguido acaparar titulares y provocar indignación dentro y fuera del País Vasco tras unas declaraciones que muchos han calificado de irresponsables y peligrosas.
Durante una sesión plenaria de las Juntas Generales de Álava, González sostuvo desde la tribuna que “los únicos que necesitan escolta en Euskadi son ustedes”, dirigiéndose a los representantes de VOX. El líder foral justificó que cuando miembros del partido de Santiago Abascal acuden al País Vasco, corren el riesgo de ser objeto de agresiones porque “el pueblo vasco ha sufrido tanto con el franquismo” que es posible que “vayan a por ellos y que haya problemas”.
Esta afirmación ha sido interpretada como un claro aval a la violencia política contra VOX, una formación que efectivamente suele requerir protección policial en sus actos públicos vascos. Las palabras del veterano diputado del PNV —diez años ya al frente de Álava— han sido especialmente llamativas por su tono connivente con episodios violentos previos, como la agresión a la diputada Rocío de Meer en Sestao, herida por una pedrada durante un mitin en 2020.
Un trasfondo político explosivo
La polémica no surge en el vacío. En los últimos años, la presencia de VOX en el País Vasco ha estado marcada por fuertes tensiones, abucheos y agresiones físicas a sus dirigentes y simpatizantes. La crispación se ha agravado con la reciente radicalización del discurso público y el auge de la polarización ideológica, donde el PNV ha tratado tradicionalmente de mantener una imagen institucional, aunque cada vez más salpicada por acusaciones de tibieza ante las amenazas o ataques a partidos no nacionalistas.
González, nacido en Burgos pero figura clave del nacionalismo moderado alavés, ha optado esta vez por un discurso que muchos ven como una cesión a los sectores más duros del independentismo vasco. Sus palabras también llegan en un momento delicado para la coalición entre PNV y PSOE en Álava, salpicada por casos de corrupción como el conocido “caso Cerdán”, aunque González se ha esforzado en defender la estabilidad del ejecutivo foral y minimizar el impacto político local de esos escándalos.
Mientras tanto, desde VOX se acusa directamente al PNV no solo de “justificar” sino también de “amparar y avalar” la violencia contra sus miembros, señalando que declaraciones como las de González legitiman una estrategia sistemática de exclusión política mediante coacción. En redes sociales circulan vídeos del momento exacto en que el diputado general pronuncia sus polémicas frases, generando reacciones airadas tanto entre simpatizantes como detractores del partido verde.
El contexto legal y social: ¿incitación a la violencia?
Las palabras de González abren también un debate jurídico. El artículo 510 del Código Penal español castiga con hasta cuatro años de prisión la incitación pública a la violencia por motivos ideológicos. Juristas consultados señalan que aunque tradicionalmente los tribunales han interpretado este tipo penal con cautela para no restringir excesivamente la libertad parlamentaria, declaraciones tan explícitas podrían tener recorrido judicial si alguna formación decidiera llevarlas ante la Fiscalía.
La reacción mediática tampoco se ha hecho esperar. Editoriales y columnas insisten en el peligroso precedente que supone justificar o relativizar la violencia política desde una institución democrática. Se recuerda además cómo el propio PNV fue víctima durante décadas del terrorismo etarra y cómo este tipo de discursos pueden blanquear conductas antidemocráticas.
