A sus 51 años es ya el mandamás en Génova 13

Asi es Miguel Tellado: el cinturón negro de judo que Feijóo corona como su nuevo número dos en el Partido Popular

El ascenso del gallego a secretario general marca una nueva etapa combativa y disciplinada en el PP

Miguel Tellado (PP)
Miguel Tellado (PP). PD

Es un tipo con un par.

Y popular, en el sntido más amplio del término.

La política española, siempre presta al giro dramático, ha encontrado en Miguel Tellado su último protagonista inesperado.

Alberto Núñez Feijóo ha optado por convertir a su escudero más fiel en el nuevo secretario general del Partido Popular, un movimiento que sacude los cimientos internos y pone a la formación en modo preelectoral.

Con la sombra del caso Cerdán sobrevolando la legislatura y el Gobierno de Pedro Sánchez sumido en una parálisis que ni los más optimistas del PSOE logran ya disimular, Tellado se convierte, a sus 51 años, en el auténtico “número dos” de Génova.

Ferrolano, cinturón negro de judo —como si el dato no fuera ya suficiente advertencia para sus adversarios— y con once años de intensa cercanía política a Feijóo, Tellado es mucho más que un fiel lugarteniente.

Ha sido la bestia negra del socialismo gallego primero y, desde hace dos años, el azote más duro contra Pedro Sánchez ante los focos del Congreso. Su ascenso es toda una declaración de intenciones: disciplina férrea, discurso duro y tolerancia cero con las disensiones internas.

Once años arrimándose al toro

El recorrido de Miguel Tellado junto a Feijóo no es anecdótico: se remonta a 2014, cuando fue elevado a portavoz popular en el Parlamento de Galicia para ejercer de látigo contra la oposición autonómica. En 2016 asumió la Secretaría General del PP gallego, puesto desde el que tejió (y deshizo) alianzas, orquestó campañas —incluidas las que dieron mayoría absoluta a Feijóo— y pilotó negociaciones internas tan delicadas como la caída de Pablo Casado.

La confianza entre ambos es total. Cuando Feijóo dio el salto a Madrid en 2022, Tellado fue parte indiscutible del equipaje político. Su misión: trasladar al Congreso la disciplina gallega y mantener la línea dura frente al Gobierno de Sánchez. No ha decepcionado: ni una sola rendija para voces díscolas dentro del grupo parlamentario; ni un solo argumento fuera del argumentario oficial; ni una semana sin titular incendiario dirigido a Moncloa o sus socios parlamentarios.

El azote contra Sánchez… y negociador en la sombra

Si hay algo que define a Tellado es su doble faz: azote implacable bajo los focos, negociador hábil tras bambalinas. En público, su estilo roza lo pendenciero —los analistas le han descrito como “dóberman”, “pitbull” o incluso “jabalí”— y su verbo es afilado hasta lo excesivo. Sus trifulcas con la presidenta del Congreso, Francina Armengol, han sido tan sonadas que esta llegó a pedir personalmente a Feijóo que frenase las embestidas de su portavoz.

Sin embargo, lejos de ese perfil bronco, Tellado se ha mostrado eficaz negociador en episodios críticos para el partido. No dudó en mover hilos entre bastidores durante la crisis interna que acabó con Pablo Casado ni ha rehuido los contactos discretos con potenciales aliados parlamentarios… aunque sus recientes intentos por abrir canales con Junts o PNV hayan acabado estrellándose contra el muro levantado por el endurecimiento del discurso popular.

Un partido disciplinado y sin concesiones

La llegada de Tellado supone cambios sustanciales en la estructura interna del PP:

  • Tendrá mando único sobre asuntos internos y organizativos.
  • Gestionará las relaciones con las autonomías.
  • Asumirá la planificación estratégica de campañas nacionales.
  • Sustituye a Cuca Gamarra, quien se encargará ahora del área de justicia dentro del comité de dirección.

Este refuerzo organizativo responde al objetivo explícito de “electoralizar” al PP y preparar la maquinaria para unas elecciones anticipadas que los populares creen cada vez más inminentes tras el terremoto provocado por los escándalos socialistas.

Cinturón negro… también en política

Pocos políticos pueden presumir de ser literalmente cinturón negro. Tellado sí. Y no solo sobre el tatami: también ha demostrado reflejos y contundencia para sobrevivir once años entre bambalinas políticas, capeando crisis internas e imponiendo disciplina allá donde aterriza. La anécdota circula entre periodistas: pocos resisten más tiempo en una sala cerrada discutiendo con él sin acabar cediendo al menos una coma del argumentario.

No es casualidad que Feijóo haya apostado por él para este momento crítico. El PP necesita un gestor implacable pero también un fajador capaz de plantar cara en la arena mediática cada semana.

Algunas curiosidades sobre Miguel Tellado

  • Es cinturón negro de judo —lo cual le ha valido más de un chascarrillo entre compañeros y rivales—.
  • Es aficionado confeso al fútbol gallego y no pierde ocasión para reivindicar Ferrol allá donde va.
  • Su apodo “el rottweiler” circula tanto entre simpatizantes como detractores.
  • Ha dirigido personalmente todas las campañas electorales exitosas del PP gallego desde 2016.
  • Suele bromear diciendo que “la mejor negociación es aquella que nadie ve”, aunque rara vez rehúye un buen rifirrafe público.

El futuro inmediato dirá si su estilo combativo logra mantener unido al partido rumbo a Moncloa o si acabará generando nuevas tensiones internas. De momento, lo cierto es que Miguel Tellado ya tiene asegurada su plaza como protagonista absoluto del curso político español.

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