Tiene una cara que se la pisa.
Y ningún respeto por las formas o las instituciones.
El 19 de diciembre de 2022, Pedro Sánchez encabezó junto al Rey Felipe VI un acto institucional de altos vuelos en Murcia: el viaje inaugural del AVE Madrid-Murcia, con parada estrella en el soterramiento ferroviario de la ciudad.
Lo que entonces era motivo de orgullo político —y de alguna carcajada protocolaria entre Sánchez y Begoña Gómez, según se ha publicado— hoy se ha tornado en el epicentro del último gran escándalo de corrupción que sacude al socialismo español.
La obra, valorada en casi 159 millones de euros, no sólo sirvió para presumir ante los flashes y para que el presidente destacara «el valor y el sentido de la política útil», sino que, según los demoledores informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, también generó una “comisión” de 550.000 euros en mordidas ilegales para la trama ligada a Santos Cerdán, José Luis Ábalos y su inseparable Koldo García.
Del sueño ferroviario a la pesadilla judicial
La investigación del caso —bautizado ya como ‘trama Cerdán’— revela que las presuntas mordidas no son anécdota ni error puntual. Al contrario: se trata de un engranaje perfectamente aceitado para saquear fondos públicos a través de adjudicaciones amañadas desde el Ministerio de Transportes entre 2018 y 2023. Según el relato judicial y policial, Cerdán, entonces número tres del PSOE y cerebro de la moción de censura contra Rajoy, fue pieza clave para tejer alianzas políticas y empresariales con pingües retornos personales.
«Los 550.000 euros ya habrían sido abonados a Ábalos provenientes de dos adjudicaciones en Murcia», recoge una conversación intervenida por la UCO a Koldo García.
En concreto, las obras bajo sospecha son:
- El soterramiento ferroviario en Murcia (la famosa visita real).
- La construcción del tramo Pulpí-Vera del Corredor Mediterráneo.
Ambas adjudicadas a la constructora Acciona. ¿El resultado? Un festival de comisiones repartidas entre los principales protagonistas socialistas del momento.
La foto incómoda: Sánchez, Begoña y los “corruptos”
Nada detuvo la puesta en escena institucional. Ni siquiera el hecho de que Begoña Gómez —la esposa del presidente— posara sonriente junto a un plantel donde abundaban los nombres hoy señalados por corrupción, puteríos varios y acoso dentro del PSOE. La instantánea, recogida por medios digitales y ampliamente comentada en redes sociales, queda ahora como símbolo involuntario del descaro con que se gestionó la obra pública.
Mientras tanto, Sánchez presumía ante el monarca y la prensa:
“Hoy ponemos fin a un aislamiento ferroviario injustamente prolongado y saldamos una deuda histórica con Murcia”.
Una frase redonda que ahora suena irónica si se tiene en cuenta que parte de esa “deuda” se pagaba con dinero público desviado a bolsillos privados.
El escándalo toma cuerpo: mordidas, pesquisas y comisiones
Los detalles ofrecidos por los informes policiales dibujan un mapa tan extenso como preocupante:
- La UCO señala hasta 11 licitaciones sospechosas por valor total superior a 625 millones de euros.
- Las comisiones ilegales detectadas ascienden ya a varios millones.
- Los nombres implicados (Cerdán, Ábalos, Koldo) actuaban como una maquinaria perfectamente engranada para amañar concursos públicos.
- Se investiga también la empresa Obras Públicas y Regadíos (OPR), registrada recientemente por orden judicial.
El parlamento murciano ha aprobado —por unanimidad— una comisión especial para esclarecer lo sucedido con las obras del AVE y el soterramiento local. Incluso desde dentro del propio PSOE se han visto obligados a respaldar esta iniciativa tras el demoledor impacto mediático.
El marido de Begoña presume… mientras las investigaciones avanzan
No deja de llamar la atención cómo Pedro Sánchez hizo bandera política del soterramiento murciano —el mismo proyecto salpicado por comisiones ilegales— hasta convertirlo en ejemplo paradigmático de su “política útil”. En uno de los episodios más comentados, el presidente llegó incluso a saltarse el protocolo real subiendo al tren antes que Felipe VI. ¿Exceso de entusiasmo o prisa por cortar la cinta antes que saliera toda la basura?
Al margen de anécdotas protocolarias o sonrisas cómplices con Begoña Gómez entre “corruptos, puteros y acosadores”, lo cierto es que este caso amenaza con dinamitar aún más la imagen pública del PSOE nacional.
Algunas curiosidades (y datos para no olvidar)
- El acto institucional reunió a todos los altos cargos murcianos… menos uno: ningún miembro relevante del PP quiso posar junto al presidente aquel día.
- El presupuesto inicial superaba los 158 millones; finalmente se adjudicó por poco más de 121 millones tras rebajas técnicas.
- Según grabaciones intervenidas por la Guardia Civil, Koldo García reclamaba pagos pendientes directamente a Santos Cerdán meses después.
- El Parlamento murciano ha definido esta etapa como “un mal recuerdo en la historia universal de la infamia”, quedándose sin dientes tras tantas mordidas… pero no sin recursos judiciales para seguir tirando del hilo.
- En una escena digna del mejor esperpento español, Sánchez acabó siendo recordado más por saltarse el protocolo ante el Rey que por inaugurar una línea férrea.
El caso sigue abierto. La UCO amplía pesquisas y nadie descarta nuevas imputaciones ni sorpresas judiciales. Mientras tanto, queda flotando en el aire esa fotografía institucional donde todos celebraban… menos los contribuyentes murcianos.
