Choque diplomático y malestar interno por la adjudicación a Huawei

El CNI advirtió del riesgo de contratar a Huawei, pero Sánchez priorizó el negocio y la relación de Zapatero con China

El Congreso de EEUU pide revisar el envío de datos sensibles a España

Huawei y el espionaje de China (1)
Huawei y el espionaje de China. PD

¡Huawei, qué culebrón!

La empresa china está en el ojo del huracán por fundadas sospechas de que espía para Pekín, forzada en parte por una ley de 2017 que obliga a las empresas del gigante asiático a colaborar con el gobierno. ¡No es solo desconfianza!

Hay pruebas de que sus equipos tienen a menudo puertas traseras para filtrar datos.

En España, el lío es monumental: Zapatero y Pepito Blanco, con sus negocios chinos, han presionado a Sánchez para que Huawei se lleve contratos jugosos, como uno de 12,3 millones para escuchas policiales.

¿Y el marido de Begoña? Sigue la estela, ignorando alertas de la OTAN y la UE.

La Casa Blanca está furiosa: “¡España, así no se puede!” dicen desde su Comité de Inteligencia, amenazando con dejar colaborar con CNI e incluso con el Ministerio de Defensa al completo por considerar poco fiable a la España de Sánchez.

La reciente decisión del Ministerio del Interior de adjudicar a Huawei un contrato por valor de 12,3 millones de euros para el almacenamiento y gestión de escuchas judiciales ha provocado un terremoto político y diplomático en Madrid y más allá.

El asunto va mucho más allá de una simple licitación pública: implica la custodia de información extremadamente sensible sobre investigaciones penales, crimen organizado y terrorismo, depositada en manos de una empresa señalada internacionalmente por sus vínculos con el Partido Comunista Chino.

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) expresó desde el inicio su preocupación ante esta operación. Miembros activos del servicio han manifestado su «profunda desconfianza» hacia Huawei, subrayando que existen «tantas alternativas occidentales» que no entrañan los riesgos asociados al proveedor chino.

La percepción interna es clara: “Se antepone el negocio a la seguridad del Estado”.

El Gobierno Frankenstein y las razones detrás de la adjudicación

El Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez, conocido como Gobierno Frankenstein por su heterogénea composición parlamentaria, ha defendido la elección de Huawei bajo argumentos económicos: la oferta china era, según fuentes oficiales, más ventajosa en términos de precio frente a competidores europeos o estadounidenses. No obstante, voces críticas dentro del propio Estado lamentan que se haya ignorado deliberadamente el criterio estratégico en favor del ahorro inmediato.

No han faltado tampoco quienes apuntan al peso de ciertos lobbies. Exdirigentes socialistas como José Luis Rodríguez Zapatero y consultores como Pepe Blanco han sido señalados por su labor de intermediación favorable a Huawei en España. Aunque no existen implicaciones penales conocidas, esta influencia ha sido determinante para inclinar la balanza hacia los intereses chinos, según fuentes próximas al sector.

Alarmas internacionales: Estados Unidos reacciona

La reacción internacional no se ha hecho esperar. El Congreso de Estados Unidos ha solicitado oficialmente a la Administración Trump revisar los acuerdos de inteligencia con España tras conocer la adjudicación a Huawei. La carta firmada por los congresistas Tom Cotton y Rick Crawford advierte abiertamente: «España está jugando con fuego» al permitir que una empresa legalmente obligada a colaborar con los servicios secretos chinos acceda a información estratégica europea y aliada.

El temor en Washington es doble:

  • Que datos compartidos en virtud de los acuerdos OTAN puedan acabar accidentalmente en manos del Partido Comunista Chino.
  • Que investigaciones sobre espías chinos o actividades hostiles dentro del territorio español se vean comprometidas desde dentro.

El Comité de Inteligencia estadounidense ha sido especialmente duro: considera «casi inimaginable» que un país aliado confíe datos tan sensibles a una empresa identificada como brazo tecnológico del régimen chino.

Rota y el riesgo para las bases aliadas

Uno de los puntos más delicados para Washington es la seguridad de infraestructuras críticas como la base naval de Rota, pieza clave para las operaciones estadounidenses y aliadas en Europa y el norte de África. La inquietud es palpable: si los sistemas españoles pueden ser vulnerados desde Pekín gracias al acceso privilegiado de Huawei, se abriría una brecha potencialmente letal para toda la arquitectura defensiva occidental.

En círculos diplomáticos estadounidenses se estudian posibles represalias o limitaciones al flujo habitual de inteligencia compartida con España. La Casa Blanca sopesa endurecer los protocolos hasta que Madrid rectifique o demuestre garantías absolutas sobre la impermeabilidad tecnológica frente a actores externos.

El papel (y las excusas) del Gobierno español

Desde el Ejecutivo español se insiste en minimizar los riesgos. Un portavoz oficial aseguró recientemente que el sistema Sitel –donde opera Huawei– representa “una parte menor de un sistema estanco, auditado e independiente”, cumpliendo los máximos estándares nacionales. Además, recalcan que el contrato no afecta directamente al CNI ni involucra información clasificada militar o diplomática. Sin embargo, este argumento no convence ni dentro ni fuera del país; para muchos expertos, la mera presencia de hardware chino abre vectores incontrolables para fugas o accesos no autorizados.

El Gobierno también subraya que España se está alejando progresivamente de Huawei en áreas estratégicas como las redes 5G. Pero Washington considera insuficiente esta distinción si persiste cualquier grado de dependencia en sectores tan críticos como las escuchas judiciales.

Consecuencias políticas e incógnitas abiertas

  • Crece el malestar entre los socios europeos y atlánticos ante lo que consideran una «cesión inexplicable» a intereses chinos.
  • Se agrava la desconfianza interna entre los cuerpos policiales y los servicios secretos españoles respecto a las prioridades reales del Ejecutivo.
  • Se abre un nuevo frente diplomático con Estados Unidos justo cuando Europa redobla esfuerzos para limitar la penetración tecnológica china.

Mientras tanto, Pedro Sánchez parece haber optado por contentar a Pekín –quizá esperando réditos comerciales o gestos políticos– aunque sea a costa de irritar gravemente a Washington y poner bajo sospecha la fiabilidad internacional del Estado español.

Curiosidades y datos llamativos

  • España lleva más de diez años adjudicando contratos públicos sensibles a Huawei, pese al veto total impuesto por Estados Unidos desde 2019 y las restricciones aplicadas por Alemania, Francia o Reino Unido.
  • El sistema SITEL –donde operan los servidores chinos– es utilizado rutinariamente por Policía Nacional, Guardia Civil e incluso unidades dedicadas a investigar delitos tecnológicos complejos.
  • Los legisladores estadounidenses han citado literalmente informes periodísticos españoles (como The Objective) para fundamentar sus advertencias formales al Ejecutivo norteamericano.
  • En círculos tecnológicos europeos circula ya un nuevo término: espanización digital, usado irónicamente para referirse a países OTAN que priorizan precios bajos sobre garantías estratégicas.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído