Nuestra intención, que no es volver a cambiar un nombre por otro como hicieron los normalizadores compulsivos, sino el reconocimiento de la oficialidad de ambos
La batalla por el topónimo en castellano de La Coruña ha escrito un nuevo capítulo tras el veto de la empresa Impacto Marketing Profesional, a emitir un anuncio de la asociación Coruña Liberal a favor de la «L» en las pantallas de autobuses urbanos. La sorprendente justificación de la empresa ha sido que tiene por norma «no trabajar el género político hasta las elecciones».
Lo más escandaloso, como recuerda el bloguero gallego Elentir, es que estos mismos autobuses lucieron hace unos meses la famosa campaña de promoción del ateísmo: Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida. como se puede ver en la foto.
Según Pilar Pato, presidenta de la entidad, el veto obedece a una «sólida moral política de un funcionario obediente al monopolio municipal» y señaló, en un comunicado, que, meses antes, se exhibió publicidad a favor del ateísmo en el transporte urbano.
- Elegimos para la campaña los autobuses de La Coruña con el lema indicado, y una explicación breve, como, por ejemplo, “La Coruña TAMBIÉN es oficial”, alusiva a nuestra intención, que no es volver a cambiar un nombre por otro como hicieron los normalizadores compulsivos, sino el reconocimiento de la oficialidad de ambos, es decir, la cooficialidad -que es la norma general, atacada por esa enojosa excepción en la toponimia-. Lo asombroso, aunque no tanto, viene cuando nos disponemos a contratar la campaña.
Así, Coruña Liberal, que cuenta con el apoyo de asociaciones vecinales, comerciantes y cívicas, constató que su intención no es cambiar la nomenclatura de la ciudad sino el «reconocimiento de la oficialidad» del topónimo en castellano y gallego.
- Ahora bien, el incidente es una cata reveladora de la calidad de nuestro subsuelo democrático, y nos descubre el lodazal sospechado, como, en general, con todo lo que se refiere al dogma de la normalización lingüística (no así respecto de otras iconoclasias gratas al poder, como la campaña por el ateísmo que se exhibió en los mismos autobuses hace unos meses)
En la misma línea, la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Coruña criticó la «discrimación» que sufren los ciudadanos a favor de la «L».
