A Jiménez Morán le falló la comarca de Verín: su pueblo le castigó
El resultado alcanzado por los Baltaristas en el XV Congreso del PP en Orense no fue producto de la casualidad. Ellos, nunca dejaron definitivamente aparcado la magnifica fómula de “Centristas de Galicia”, aunque, eso sí, tuvieron que pasar por la Alianza con los Populares.
HACIENDO MEMORIA
En las últimas Autonómicas, José Luís Baltar Pumar (Pte PP de la Diputación y del PP de Orense), mantuvo el tipo. Pese a lograr un diputado menos (7), colaboró a fondo para alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento Gallego. No obstante, tanto en Génova 13, como en la sede popular gallega, la fecha siguiente en el “calendario de limpieza popular” estaba marcada para hacerla coincidir con este Congreso del PP de Orense… y aquí hemos llegado.
Para parte de afiliados y simpatizantes, consultados por universalrtv.es, el PP de Orense está dividido. Un sector apunta a Rajoy, con la mano mecedora de Romay, ya que “ambos nunca comulgaron con el sector de la boina”.
Otros dirigentes critican directamente a Feijoo, quejándose de que “mira para otro lado”. Hasta el punto de que el todavía presidente Baltar Pumar aseguró que “Si Cuiña y Barreiro hubieran pactado, Núñez Feijoo no estaría donde está”.
Haciendo memoria recordamos que durante la celebración del XIII Congreso Provincial del PP en Orense celebrado en la primavera de 2002, ante el propio Mariano Rajoy , Baltar, hizo gala de los “éxitos magníficos” que había producido la integración de Centristas de Galicia en el Partido Popular. Un mensaje que siempre que tuvo ocasión recordó al propio Manuel Fraga.
Posteriormente en Enero de 2003, la convulsión llegó al Parlamento de Galicia. Los ocho diputados orensanos del PP, hicieron un encierro con ademán de ruptura. Esto podría suponer la inestabilidad de Fraga en el Parlamento, pero llegó el comandante y mando parar. Baltar Pumar, se reunió con los suyos y todos al Horreo de nuevo. Una esperpéntica actuación que distanció definitivamente el Baltarismo con las puras raíces del partido conservador. Por aquel entonces, el hoy candidato al PP de Orense, el hijo de Baltar, José Manuel Baltar Blanco, no tenía el peso ni las intenciones que hoy tiene, por lo que aunque en público lo niegan, en privado son muchos los que dicen que “hoy otro gallo cantaría”. Y esta es la verdadera situación.
LA LLAVE DE LA MAYORÍA ABSOLUTA
Baltar, cacique o no, es y será la llave para que el PPdeG pueda gobernar con mayoría absoluta en Galicia. Y quién no quiera reconocerlo…
Aquí, adelantamos un resultado de un 60 – 40 y acertamos de pleno. Ahora, y volviendo a lo escrito en este mi rincón de palabras, los Baltaristas ya pueden seguir a sus anchas. Si Mariano había puesto fecha para “descabezar” a Baltar, estos –según me cuenta mi confidente Amilito – tienen también su calendario perfectamente medido en los tiempos.
Lo que no puedo creer es que – según algunos – Alberto Núñez Feijoo se enterase el pasado día 30 en Orense que “tiene un problema grave en la provincia que lo vio nacer”.
Creo que Núñez Feijoo conocía perfectamente lo que ocurriría. Claro que él, o mejor dicho desde Génova – Rajoy, podrá parafrasear a Felipe II al tener noticia de la derrota de la Armada Invencible en agosto de 1588 “yo mandé a mis naves a luchar contra los hombres, no contra los elementos”.
Cierto es, que entre los oficialistas del derrotado Jiménez Morán, había ilusión y hasta muchos convencidos de que el éxito llegaría y el exterminio de los Baltar sería cuestión de horas, no se cortaban un pelo y mostraban orgullosos la papeleta de su voto, en un escrutinio que se presumía secreto. Por eso digo, que está bien que a la “tropa” se le inyecte ilusión, pero otra cosa muy distinta, lo que ya rozaría lo preocupante es que Rajoy, Feijoo y Rueda, tuviesen necesidad de esperar al medio día del sábado 30 para conocer la realidad en Orense. ¡Vamos, que no me lo creo y punto!
Lo que sí tuvieron que escuchar – nunca hasta ahora había pasado en una convocatoria popular – es la voz de una seguidora diciendo ¡Han perdido los traidores!
LA VENGANZA SERÁ TERRIBLE
Tras la derrota de la candidatura oficialista, con el bochorno que eso supondrá para la maquinaria de Génova, tocará dar el visto bueno a las listas que los Baltar preparen de cara a los comicios municipales del próximo año. Según los estatutos estos son potestad de la ejecutiva provincial, y por lo ya declarado hasta la fecha… la venganza será terrible. De ser así, ni Feijoo, ni Rajoy, tendrán posibilidad de maniobra.
Los Baltaristas seguirán campando a sus anchas. Claro que si desde el partido, pretenden alguna maniobra, todavía queda el Parlamento Gallego, en donde Feijoo, gobierna con la mayoría de un escaño. Y aunque se cansan de negarlo, en la post-guerra orensana, quiero recordar que al frente ya estará José Manuel Baltar Blanco, por lo que o mucho a cambiado, o lo que antes decía…otro gallo cantaría, no, otro gallo cantará.
La sucesión es una realidad y las listas para las Municipales están a punto de caramelo. En Orense, se entró en tiempo de post-guerra y si desde Génova no dejan libertad absoluta a Núñez Feijoo, otro gallo cantará. Si ahora miran para otro lado creyendo que todo está arreglado es que no conocen el “manual de instrucciones” de Centristas de Galicia, perdón, del PP de Orense.
Claro que ateniéndonos a lo que ya espetó el nuevo presidente José Manuel Baltar “Seré coherente con lo que dije en campaña y formaré un equipo con las personas que hablaron en positivo”. Y digo yo que Rodríguez Miranda; Jiménez Morán; Celso Delgado o Rogelio Martínez, no cuenten con nada. La pugna entre la boina y el birrete, entra en su tiempo de revancha.
Al final los 723 votos alcanzados por José Manuel Baltar (60,19%), sobre Juan Manuel Jiménez Morán 433 votos (36,05%), con 11 compromisarios que no votaron y un total de 45 nulos, dejaron al descubierto que a Jiménez Morán le falló la comarca de Verín y que su pueblo le castigó. Mientras que los Baltares derrotaron más que a Feijoo, a Rajoy y que si José Manuel Baltar quiere contar con su padre para que siga presidiendo la Diputación, lo hará, aunque a Fraga no le parezca procedente “testar en política”.