Tampoco en Francia, si se acusa de tirano a Sarkozy
Estaban Carlos Herrera y Santiago Gonzaléz comentando la prensa del día. Ya habían hablado de las portadas y de los columnistas y de la precaria salud del disidente cubano Fariñas, cuando González reseñó la declaración institucional en respaldo del actor Willy Toledo aprobada por el Ayuntamiento de Gijón con la única oposición de los concejales del PP.
El texto se las trae. Rechaza la «unanimidad talibánica y el tsunami de pulgares boca abajo» levantado contra Willy Toledo, quien aseguró que el disidente cubano Orlando Zapata fallecido tras una huelga de hambre de 86 días era un «delincuente común».
Y añade la declaración que esto ocurre en un país -España- «con una grave crisis económica donde se amenazan las pensiones, se persigue a gran parte de los inmigrantes, se producen malos tratos, sigue habiendo torturas, se persigue al juez Garzón, se protege a criminales de guerra y se mandan soldados a invadir y matar civiles en otras tierras».
Herrera carrasperó y se limitó a decir:
«Es la prueba del nueve, un dictador es el único gobernante que encarcela a quien se lo llama».
Tiene toda la razón. Como explicó el director de «Herrera en la Onda», aquí -en ese país donde según los progres concejales gijoneses se tortura, cualquiera puede acusar a Zapatareo de dictador y no pasa nada. Tampoco en Francia, si se acusa de tirano a Sarkozy.
Pero prueben ustedes en Cuba con Castro o en Venezuela con Chávez. Y verán o sentirán qué pasa.
VERDAD MENTIRA
Edurne Uriarte:«Ese dinero [el pagado a al Qaeda por el rescate de Alicia Gámez] servirá para financiar nuevos crímenes terroristas»
María Teresa Fernández de la Vega:«No se ha pagado rescate; la liberación [de la cooperante Alicia Gámez] es el resultado del trabajo que han venido realizando servicios diplomáticos y de inteligencia […] No ha habido otro tipo de contraprestación»
Adolfo Suárez Illana:«El toro bravo es parte de la cadena alimenticia del hombre»
Javier Nart:«Si esto [la Administración pública catalana] fuera una empresa privada, estarían en su casa despedidos por incompetentes»
José María Aznar:«Con descarados [que te llaman cabrón y asesino], la respuesta debe ser descarada [hacerles una peineta con el dedo]»