El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha asegurado este lunes a los empresarios catalanes que el gobierno de CiU, tras dejar la Generalitat en 2003, dejó sin pagar 3.000 millones de euros a los proveedores, lo que demuestra que el modelo de gestión financiera convergente pasa por dejar parte de «las facturas en el cajón».
Así se ha manifestado en una conferencia ante unos 200 empresarios catalanes adscritos a la Cámara de Comercio de Barcelona, a los que ha recordado que es mejor recurrir a una emisión de bonos como ha hecho la Generalitat, que dejar gastos públicos sin afrontar.
«Lo que no haremos –para pagar el gasto– es lo que se había hecho en otras épocas –las de CiU–. Para financiar el gasto hay dos maneras: endeudarse si no tienes los recursos propios, o no pagar y guardar las facturas en el cajón», ha esgrimido ante los empresarios.
Montilla ha asegurado que el próximo Govern, sea del color político que sea, no se encontrará 3.000 millones sin pagar, y ha destacado que Cataluña es una de las Comunidades Autónomas que más rápido afronta los pagos a sus proveedores.
A parte de centrarse en la solvencia económica de su Govern en detrimento CiU, Montilla ha recalcado que la emisión de bonos no repercute negativamente a la Generalitat, y ha afirmado que lo que debilita a Cataluña es dudar de la solvencia económica del Govern como, a su juicio, ha hecho el líder de CiU, Artur Mas.
«Lamento que haya gente que se haya dedicado a criticar las finanzas de la Generalitat. Señalar con el dedo no debilita al Govern, debilita a Cataluña y su credibilidad. Con esto no se tiene que jugar», ha sentenciado sobre Mas.
Montilla ha justificado que la emisión de bonos es un sistema recurrente en muchos gobiernos del mundo, y ha asegurado que la Generalitat ha conseguido, este año, reducir su déficit público. «¿Tenemos déficit? Evidentemente. ¿Qué gobierno no tiene déficit hoy?», se ha interrogado.
EL CONCIERTO DE MAS
Montilla ha criticado que Mas proponga lograr el concierto económico catalán la próxima legislatura, y ha recordado que el Consell de Garantías Estatutarias ya advirtió de que se trataba de una propuesta inconstitucional.
En este sentido, el presidente de la Generalitat ha asegurado que el sistema de financiación que prevé el Estatut se concibió para que, a «medio plazo», tenga los mismos resultados en captación de recursos que el concierto económico.
Asimismo, ha justificado que con el sistema de financiación previsto por el Estatut «por primera vez» Cataluña no tan solo paga al Estado por encima de la media de las Comunidades Autónomas, sino que también recibe por encima la media.
«Yo siempre me he negado a prometer a los ciudadanos lo que sé que difícilmente podré cumplir. Otros –como Mas –lo hacen porque, de las promesas futuras y de la recreación constante de que hay un enemigo que nos maltrata, han hecho un oficio», ha aseverado.
En las filas del PSC advierten a los empresarios que la propuesta de Mas generará «frustración» entre la ciudadanía y puede desembocar, como en el caso de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, en un nuevo foco de desencuentros entre Cataluña y España.
«Nuestro sistema de financiación es el mejor pacto fiscal y económico dentro del sistema constitucional y estatutario», ha zanjado.
