La nueva presidenta del Parlamento catalán, Núria de Gispert, ha afirmado este jueves que el consenso debe ser la pauta en una legislatura que tiene como grandes retos superar la crisis, combatir la desafección política y mejorar el autogobierno y las relaciones de Cataluña con el resto de España.
En su primer discurso institucional tras tomar posesión del nuevo cargo, ha recalcado que los grandes acuerdos han sido históricamente la marca de la casa de la política catalana: «En la búsqueda de consenso en cuestiones básicas, me tendrán personalmente comprometida».
«Seré la presidenta de todos y de un Parlamento autonómico que es de todos», ha declarado la primera presidenta mujer de la Cámara, quien ha abogado por hacer del diálogo la premisa básica porque sólo así los ciudadanos entenderán la política como un servicio.
Sobre el futuro del autogobierno catalán, ha recalcado que en esta legislatura debe incrementarse, abriendo «nuevas y diferentes» relaciones con el resto de España tras el recorte del Estatut por parte del Tribunal Constitucional (TC).
Y es que, según De Gispert, se han abierto «serios interrogantes» en este ámbito que deben afrontarse estos próximos años, así como la lucha contra la crisis económica, por lo que se ha comprometido a esforzarse para que las iniciativas parlamentarias que se emprendan den respuesta a estos frentes.
Sin embargo, ha destacado que Cataluña es heredera de un pasado y que nunca se ha rendido pese a múltiples momentos de crisis y capitulaciones: «Hemos llegado hasta aquí y nadie nunca ha apagado la llama de la catalanidad y la voluntad de ser un pueblo libre».
Además de expresar su ilusión y dedicar parte de su discurso a su familia, y en especial a sus padres, ha reivindicado el papel que ha jugado la mujer a lo largo de la historia, asumiendo que es consciente de la «responsabilidad histórica» que asume en ser la primera mujer que preside el Parlamento.
Ha admitido que su trayectoria ha estado marcada por ser mujer y haber optado por la carrera política, tal y como hizo su padre, el ex consejero Ignasi de Gispert.
Aunque ha defendido que los derechos de las mujeres han avanzado mucho desde hace 150 años –cuando estaban catalogadas en el grupo de «menores y discapacitados»–, ha reconocido que se debe continuar luchando para alcanzar una igualdad real.
«Las mujeres no hemos escrito la historia hasta ahora, pero lo queremos escribir en el futuro», ha avisado De Gispert, tras recordar que representan el 50% de la sociedad.
También ha tenido un recuerdo para todos los que lo han precedido en el cargo, a los que ha expresado su admiración por su «integridad y abnegación patriótica».
