El portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, ha apostado por «enganchar» las diputaciones al «nuevo tiempo político» para «imprimir un cambio de ritmo». Asimismo, ha insistido en que, tras los comicios de 2011, «podrá haber pactos con el PP», pero también con otras fuerzas, incluido el PNV, y ha subrayado que no habrá una extensión «automática» del acuerdo en el Parlamento.
En una rueda de prensa en Bilbao para realizar balance del ejercicio que concluye, ha explicado que los socialistas afrontan las elecciones municipales y forales con «el ánimo de ganar», porque es necesario «enganchar a las diputaciones a ese nuevo tiempo político abierto en Euskadi por el Gobierno de Patxi López».
A su entender, esto es «particularmente importante en Vizcaya», donde su diputado general «de otra época» no asume que «se ha acabado el tiempo del frentismo» y se distingue «por sus continuas salidas de tono» con «falta de respeto» al lehendakari en los actos públicos, ejerciendo de «contrapoder» al Gobierno o «haciendo de agitador, alentando una huelga» en Metro Bilbao.
«Mientras tanto, los problemas de los vizcaínos siguen sin ser atendidos», ha lamentado Pastor, que ha acusado a José Luis Bilbao de pretender «colgarse medallas» exigiendo al Gobierno vasco «proyectos faraónicos e irrealizables» como el Guggenheim de Urdaibai, a su entender «inconveniente y absurdo».
En este sentido, ha indicado que se ha tenido que «aparcar», adelantándose a la decisión del PNV de «retirar su propuesta de instar al Gobierno a la realización de un concurso internacional de proyectos», de modo que «la realidad se ha impuesto frente a las ocurrencias de alguno».
El dirigente socialista ha lamentado que se ha perdido «un año de discusiones estériles» y ha añadido que el diputado general vizcaíno «se le va a recordar por impulsar proyectos imposibles con dinero ajeno, descuidando lo que tiene que hacer» en beneficio de los ciudadanos.
POLITICA DE PACTOS ABIERTA
Por ello, ha considerado que, «al igual que en las otras dos diputaciones, es necesario imprimir el cambio de rumbo que Vizcaya necesita» para que no se convierta en «el último residuo del frentismo en la política vasca».
En cualquier caso, ha precisado que los socialistas establecerán su política de pactos «abierta» tras las elecciones, en función de los resultados, y que, por tanto, no existe una política de pactos que suponga la extensión «automática» del acuerdo que PSE y PP mantienen en el Parlamento vasco a diputaciones y ayuntamientos.
De este modo, ha manifestado que «podrá haber» pactos con el PP, pero también con otras fuerzas, «incluido el PNV», formación a la que ha acusado de pretender «asustar» con «esa especie de coco» del pacto PSE-PP para «meter miedo a su electorado y tenerlo movilizado».
