La nueva vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, y su ya antecesor, Josep Lluís Carod-Rovira, han destacado la «normalidad absoluta» que representa que por primera vez haya una mujer que pilote este departamento.
«Es un síntoma de normalidad democrática y de justicia social», ha subrayado Ortega, después de que Carod recalcara que el cambio de género en el departamento se ha realizado con la misma normalidad con la que se ha cambiado de Govern.
Precisamente, Ortega ha manifestado que le «llena de una ilusión especial» ser la primera vicepresidenta de la historia de Cataluña, y que impregnará de ilusión, rigor, confianza y austeridad su trabajo a partir de ahora pese a las dificultades que se presentan.
Tras agradecer a Carod los consejos que le ha trasladado, su antecesor le ha deseado «muchos aciertos y suerte» en su tarea y se ha puesto a su disposición a nivel personal en caso de que le pueda ser de utilidad.
«Todos somos servidores de nuestro país», ha señalado Carod, que ha coincidido con Ortega en que el traspaso se ha llevado con la normalidad institucional que corresponde.
Es más, Carod ha agradecido al nuevo presidente de la Generalitat, Artur Mas, que lo haya calificado de impecable porque, a su juicio, ésta ha sido la voluntad del Govern saliente: «Es un gesto de madurez democrática en los países normales».
Pese a que la primera reunión del nuevo Govern no había terminado, Ortega ha salido pasadas las 14.10 horas para dirigirse al despacho que ocupará a partir de ahora en el Palau de la Generalitat, donde le esperaba Carod, que le ha entregado el ramo y el libro titulado ‘La Navidad que no volvimos a casa. 1939, la primera Navidad en el exilio’.
El libro, una edición de Quim Torra de la editorial Acontravent, es una recopilación de textos de Pere Carbonell, Tísner y Carles Pi Sunyer.
Antes de las declaraciones y al ritmo de nadalas como ‘Santa nit’, Ortega y Carod han departido durante diez minutos en el despacho, ubicado al lado del Saló Sant Jordi.
