El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado , en una entrevista en Veo 7, que si Batasuna condenara a ETA «sería un paso importante» para que pudiera estar en las elecciones, pero quiso dejar claro que «la última palabra la tienen los tribunales».
Zapatero dijo no descartar que «haya más comunicados de ETA», pero quiso dejar claro que «son los hechos y la realidad» quienes irán diciendo cuáles son sus verdaderas intenciones. Además, precisó que «no hay ningún tipo de contactos» con la banda y precisó que los terroristas «saben muy bien que no hay margen ninguno de negociación».
El jefe del Ejecutivo afirmó que el Gobierno va a cumplir «escrupulosamente» las leyes y, en relación a la posibilidad de que Batasuna concurra o no a las elecciones de mayo próximo, insistió en que «los que han estado amparando la violencia y ahora dicen que se alejan de eso, tienen que demostrarlo».
En este sentido, quiso dejar claro que el Gobierno «va a ser muy estricto» y recordó que «hay una ley que tienen que cumplir» y que la voluntad última la tienen los tribunales.
Al ser preguntado si la posibilidad que tiene Batasuna de ser legalizada pasa por que digan «condenamos a ETA», Zapatero afirmó: «condenar a ETA es un paso importante», pero insistió en que «la última palabra está en los tribunales».
En cuanto al comunicado emitido por la banda declarando un alto el fuego, Zapatero explica que él no diría que ETA tenga «voluntad real» de dejar las armas, aunque cree que tienen menos posibilidades de pervivir por las condiciones en las que están. Pero, matizó, «entrar en la voluntad de quienes han mantenido una actividad criminal es ciertamente difícil».
En este punto, dijo contar con las reflexiones que le realizó el ex primer ministro británico Tony Blair cuando intentó ayudar en el proceso de paz de 2006 poniendo sus «conocimientos y voluntades». En este sentido, recordó que siempre le decía que «quien ha estado en una organización de esta naturaleza no cambia desde una perspectiva de reflexión moral, sino por que deja de ser mínimamente útil».
Esto es lo que Zapatero cree que se ha producido en esta última etapa «sobre todo desde el proceso de paz de 2006», porque, dijo, «en ese proceso, la inmensa mayoría de la sociedad vasca quedó convencida de que quien no había querido la paz fue ETA y los pocos apoyos que tenía los ha ido perdiendo». «Un terrorismo como el de ETA sin apoyo social está en la desaparición», apostilló.
El jefe del Ejecutivo no descartó que hay «más comunicados de ETA», pero advirtió de que «son los hechos los que nos irán diciendo la realidad». «Son los hechos los que nos dicen si tienen la capacidad o no de mantener actividad terrorista», recalcó.
En este sentido, explicó que la desaparición definitiva de ETA supondrá «tiempo y va a costar» porque se trata de una organización con más de 40 años y que ha matado a cerca de mil personas. Por ello, cree que se necesitarán años para poder decir que «esto ha terminado», aunque cree que se pude decir que la democracia «ya ha ganado».
El presidente del Gobierno también se refirió al presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y defendió el hecho de que este «ha empleado una parte de su vida en intentar el fin de la violencia», lo ha convertido en su «pulsión política más importante» y lo ha hecho «asumiendo riesgos serios».
Por ello, dijo sentir «respeto» por Eguiguren, debido a sus «esfuerzos» por lograr la paz y por hacerlo «desinteresadamente», aunque quiso dejar claro que la dirección la marcan el lehendakari Patxi López y el Partido Socialista.
En cualquier caso, Zapatero precisó que «no hay ningún tipo de contactos con ETA y que los terroristas «saben muy bien que no hay margen ninguno de negociación». «Tienen que abandonar las armas», concluyó.
