El juez interroga este lunes al gerente Romeo Sala como imputado por el patrocinio millonario del Mallorca Classic

El gerente de Pula Golf, Romeo Sala, investigado en el marco del caso Ibatur por presuntas irregularidades en el patrocinio del torneo Mallorca Classic celebrado en sus instalaciones y al que el anterior Govern del PP destinó cerca de 17 millones de euros, está citado a declarar este lunes como imputado a raíz de las numerosas facturas halladas sin justificar relativas a este patrocinio millonario llevado a cabo por parte del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) en la pasada legislatura.

Es más, al empresario se le investiga por haber beneficiado, como compensación por este supuesto trato de favor, a la ex vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, al ex presidente Jaume Matas, al ex presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, y a otra decena de ex altos cargos ‘populares’ con invitaciones en uno de sus hoteles cuyo valor total ascendería a al menos 35.676 euros.

Sala, asistido por la ex fiscal de la Audiencia Nacional María Dolores Márquez de Prada, será interrogado por el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Juan Ignacio Lope Sola, quien el martes tomará asimismo declaración al ex secretario general técnico de la Conselleria de Turismo, Javier Cases, y al ex director general de Promoción Turística, Eduardo Gamero, dentro de la misma pieza relacionada con el patrocinio del Mallorca Classic, cuya organización recayó en las empresas Mach Golf Consulting y Real Pula Golf, vinculadas a Sala.

En concreto, un oficio de la Policía Nacional remitido a esta compleja causa, al que ha tenido acceso Europa Press, revela de forma minuciosa las cantidades que el establecimiento no habría facturado a los anteriores invitados entre 2004 y 2010 y que la Policía estima que serían aún más elevadas si se suman los servicios extras. Es más, los investigadores apuntan a que en el listado de clientes alojados aparecen otros con la leyenda ‘invitados Romeo’, lo que obedecería a un «deseo de ocultar su verdadera identidad» por poder tratarse de personas de «mayor calado político» que los anteriores.

De acuerdo a la documentación intervenida, la persona que más se habría beneficiado a tenor de los precios del hotel Ses Cases de Pula sería Rosa Estaràs, que dejó de abonar 20.214 euros y quien se alojó con otras personas de su entorno familiar -su marido y su hermana- a las que presuntamente se dejó de cobrar 7.796 euros más y a las que se sumaría su entonces jefe de prensa, Luis Pomar (1.400). Mientras tanto, la invitación de Matas se elevaría a 406 euros y la de Zaplana, a 162,6 euros.

Los demás ex altos cargos y otros invitados pertenecientes a la esfera del PP fueron, según el informe policial, el ex consejero de Comercio, Josep Juan Cardona (beneficiado con 958 euros); la ex jefa de gabinete de Matas, Dulce Linares (333,8 euros); el ex gerente del Instituto Balear de Turismo (Ibatur), Raimundo Alabern (455,8); la ex consejera de Salud, Aina Castillo (1.613); el de Economía, Lluís Ramis de Ayreflor (1.320); la de Transportes, Mabel Cabrer (184 euros y tres noches en 2004); el de Medio Ambiente, Jaume Font (184); el ex director general de Ordenación y Planificación Turística, Josep Aloy (342) y el ex secretario general de la Consejería de Turismo, Javier Cases (303 euros más dos noches en 2004).

INEXISTENCIA DE FACTURAS O TICKETS

El oficio señala que en el registro que se llevó a cabo en S’Era de Pula los agentes constataron la inexistencia de facturas o tickets de caja vinculados a estos invitados, al contrario que en el caso del resto de clientes, e incluso no aparecen identificados plenamente sino que únicamente figuran un nombre, el nombre con el primer apellido o éste y el segundo. Además, destaca que las mayoría de estas estancias coincidieron en fechas y días.

OBRAS EN TRES VIVIENDAS DE ESTARÀS POR 62.663 EUROS

Por otro lado, la Policía intervino cinco facturas por un valor de 62.663 euros en concepto de obras particulares que la empresa Reial Pula Golf llevó a cabo entre julio y agosto de 2004 en tres viviendas de Estaràs, pese a tratarse de una mercantil dedicada a explotaciones turísticas, hoteleras y de campos de golf.

En concreto, la primera de ellas hace referencia al diseño de un jardín en el chalet que Estaràs posee en Valldemossa, por un coste de 7.540 euros, mientras que el resto son relativas al mantenimiento del jardín, los desplazamientos y las dietas de los jardineros (6.960 euros); el pago del material de riego, aspersores y mano de obra (9.280); pintar el piso de Guillem Massot, instalación de nuevo cuadro eléctrico y trabajos de albañilería (15.683), y remodelación del cuadro eléctrico y fontanería (23.200 euros).

La propia Estaràs, actual diputada del PP en el Parlamento europeo, se amparó en rueda de prensa en la «importante» amistad que les une a ella y a su marido con Sala para justificar las numerosas estancias que ha pasado en uno de los hoteles del empresario, y negó haberse alojado sin pagar excepto en varias ocasiones en que fue invitada. «Como buenos amigos a veces Sala nos ha invitado pero también le hemos invitado a él», llegó a argumentar.

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