El EBB del PNV ha pedido este lunes que el uso de la fuerza militar en Libia se despliegue de manera «coherente y proporcionada» al servicio «estricto» de los objetivos establecidos en la Resolución 1973 (2011) del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas. «Estaremos vigilantes sobre ello y denunciaremos cualquier apartamiento de la legalidad internacional, que restaría la legitimidad precisa a las actuaciones», ha advertido.
En un comunicado, la Ejecutiva del PNV ha expresado su apoyo a la Resolución 1973 (2011) del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas y, singularmente, a la demanda de un inmediato alto el fuego, compartiendo la necesidad de intensificar los esfuerzos diplomáticos precisos para encontrar una solución a la crisis por medio del diálogo que conduzca a las reformas políticas necesarias para responder a las «legítimas» demandas del pueblo libio.
Asimismo, espera que la Resolución 1973 (2011), por razones del sistema de adopción de acuerdos y consensos del sistema de seguridad internacional, no haya llegado «tardíamente en vista del enorme agravamiento de la situación en Libia».
En este sentido, exige que la adopción y la ejecución de las medidas precisas para el cierre del espacio aéreo y para la protección de la población civil se conduzcan dentro de la legalidad internacional, esto es, que atiendan y respeten las cautelas y las condiciones establecidas en la Resolución 1973 (2011) y en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas.
Entiende, a este respecto, que la asociación de los países de la Liga Arabe y de la Organización de la Unidad Africana resulta de «todo punto necesaria para el buen fin de las medidas adoptadas al amparo de la Resolución».
Por otro lado, el PNV lamenta la falta de unidad acreditada por la Unión Europea en el Consejo de Seguridad. Reitera, en este sentido, la necesidad de una política exterior y de defensa común europea «si Europa desea ser, como debiera, un actor referencial en la geopolítica mundial. Más aún cuando el escenario del conflicto se localiza, como en este caso, en su vecindad mediterránea».
A su vez, ha insistido en que la Unión Europea debe estar representada con una voz única en el Consejo de Seguridad de la ONU. Reclama, en este sentido, que el eje primordial de la política exterior europea se constituya por la «defensa de las libertades y los derechos humanos, frente a cualquier otra consideración o interés geoestratégico o económico».
