Todos los partidos de la oposición han coincidido este martes en rechazar que el Govern lleve al Parlament en lectura única la eliminación del impuesto de sucesiones, porque impediría su debate en comisión y la presentación de enmiendas por parte de los grupos parlamentarios.
Este procedimiento ha sido defendido por el portavoz adjunto de CiU en el Parlament, Ramon Espadaler, porque el Govern «está en su derecho, y ha anunciado que así lo plantearán la semana que viene en la Junta de Portavoces.
Sin embargo, para la portavoz adjunta del PSC, Laia Bonet, la lectura única es la demostración de que «el Govern no quiere ser ayudado, al menos por el principal partido de la oposición.»
También le parece mal a la portavoz parlamentaria de ICV-EUiA, Dolors Camats, porque, a su juicio, no es el procedimiento adecuado para una medida que tiene «una trascendencia importantísima».
En el mismo sentido se ha pronunciado el portavoz del PP en el Parlament, Enric Millo, que ha opinado que el Govern «se equivocaría» si utilizara esta vía para tramitar la reforma.
La portavoz de ERC en el Parlament, Anna Simó, ha recordado que su formación se opuso desde un primer momento a la supresión, por lo que ha rechazado también esta vía en plena política de recortes de la Generalitat.
El portavoz de C’s, Jordi Cañas, también se ha opuesto a apoyar la lectura única y ha advertido de que el Govern «se está pasando de la raya».
Desde las filas de SI, Alfons López Tena, ha avisado de que no permitirán que se tramite por lectura única y ve obscena la eliminación de la tasa cuando el presidente de la Generalitat, Artur Mas, «es el beneficiario de cantidades muy altas de dinero que su padre tiene depositadas en un banco de Liechtenstein, por los que no ha sido procesado ni condenado porque había prescrito».
