El PSE-EE ha rendido este sábado homenaje a los ministros, consejeros, ex ministros y ex consejeros socialistas vascos en un acto celebrado en Bilbao enmarcado dentro de los actos de conmemoración del 125 aniversario del Partido Socialista de Euskadi y en el que se han sucedido continuas alusiones a los integrantes del partido que perdieron la vida a manos de ETA.
Centenares de simpatizantes se han congregado en el Teatro Campos para rendir homenaje a los socialistas «con responsabilidad de trabajo en el Gobierno central y autonómico» a los que el lehendakari, Patxi López, les ha entregado personalmente una medalla conmemorativa del 125 aniversario.
López ha querido a su vez recordar, colocando tres rosas rojas sobre el escenario, a los mineros de La Arboleda que fundaron el partido, a quienes defendieron la democracia durante la dictadura y a las víctimas de ETA.
Junto al lehendakari han estado presentes en representación del Ejecutivo vasco los consejeros Rodolfo Ares, Isabel Celáa, Idoia Mendía, Bernabé Unda y Blanca Urgell.
Entre los ex consejeros socialistas han acudido a la cita José María Benegas, José Antonio Maturana, Milagros García Crespo, José Ramón Rekalde, José Ramón Freire, Ricardo González, José Miguel Martín Herrera, Paulino Luesma, Francisco Egea García y Pedro Ruiz de Alegría.
También se han acercado al Teatro Campos los ex ministros Carlos Solchaga, José Luis Corcuera, Enrique Múgica, Juan Manuel Eguiagaray, Claudio Aranzadi, Luis Atienza y Joaquín Almunia, que han estado acompañados de los actuales ministros de Presidencia y Educación Ramón Jáuregui y Angel Gabilondo.
En el homenaje, han tomado la palabra junto al lehendakari, Patxi López, y el actual ministro Ramón Jáuregui, los ex consejeros José Ramón Rekalde y José María Benegas, así como el actual vicepresidente de la CE y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, y el ex ministro Carlos Solchaga.
Benegas, que ha reconocido «amar demasiado a mi país como para ser nacionalista», ha defendido que la «dignidad de las personas está por encima de las patrias». El ex consejero ha recordado su etapa al frente de Interior calificándola como «la más dura de mi vida», cuando «vi el sufrimiento de la gente muy de cerca y sentí vergüenza de vivir en un país en el que imperaba la muerte y el asesinato».
«Mi mayor alegría se produjo cuando Patxi López fue investido presidente e hicimos realidad el sueño del año 1986», ha continuado en su alocución ante los simpatizantes.
El ex ministro Carlos Solchaga, que ha recordado su trayectoria política, también se ha acordado del «terror creciente de los asesinatos de ETA durante la década de los 80» que «nos llevaron a diseñar una estrategia de resistencia».
«Quisimos evitar que se quedara con el santo y la limosna de la izquierda la llamada izquierda abertzale al contrario del Partido Comunista que cayó en sus manos. Nosotros decidimos mantener la bandera de una izquierda socialdemócrata y moderna», ha indicado Solchaga, que también ha recordado la apuesta del PSE porque no «fuera difícil ser a la vez español y vasco».
«Esa derecha que ahora nos quiere hacer exámenes constantes de españolidad aquí y en el resto del país, en los primeros años de la década de los 80 estaba dispersa y escondida haciendo olvidar a los vascos su complicidad en la represión del Franquismo contra todo lo vasco», ha manifestado tras reivindicar la bandera de ser «socialista, vasco y español» sin «renunciar a nada de esto».
El discurso más emotivo ha sido el del ex consejero del Ejecutivo vasco, José Ramón Rekalde, quien ha centrado su alocución en las víctimas de ETA acordándose también de los «militantes caídos en la lucha contra el Franquismo, tanto del partido, como de la UGT».
Respecto a los asesinados por la banda armada ha centrado su recuerdo en nombres como los de Enrique Casas, Francisco Tomás y Valiente, Fernando Múgica, Fernando Buesa, Juan María Jáuregui Ernest Lluch y José Luis López de la Calle: «Yo me libré de la muerte mientras ellos caían». También ha recordado Rekalde a Joseba Pagazaurtundua «muerto y abandonado por los políticas de corazón de hierro, los nacionalistas».
Respecto a Fernando Buesa, a quien ha calificado como su amigo, ha indicado que fue asesinado junto a su escolta en Vitoria por «sus buenos méritos», y ha calificado su muerte como «un testimonio».
«También recuerdo al guardia civil que fue víctima, junto a su novia, de los disparos de ETA y cuya frente cayó sobre el claxon de su coche que siguió sonando sin ayuda ni apoyo hasta que se acabó la batería; eran mis compañeros fueran o no de mi partido», ha expresado tras apostar por vencer «al terror con una moral estoica».
«FINAL DE LA VIOLENCIA»
En el acto también ha intervenido el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, que ha recordado «la tragedia y los compañeros caídos», matizando que a lo largo de su trayectoria en el País vasco habrá acudido al menos a 300 funerales.
«Todos estamos marcados por eso y ahora que tocamos el final de la violencia con la punta de los dedos me rebelo cuando se siembra de cizaña o sospecha la firmeza del PSOE en la gestión del final del terrorismo», ha expresado.
«Todo esto nos hizo fuertes, vivir con una épica y pasión que en otras partes del partido no se vive. Nos ha hecho grandes, una gran familia, pero también ha marcado nuestra historia», ha recordado.
Por último, el actual vicepresidente de la CE y Comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, ha calificado al PSE como el «pilar más firme para que en el País vasco se disfrute de la libertad y podamos vivir todos de una vez por todas en paz».
Almunia, que ha señalado que «merece la pena dedicarse a trabajar por lo que uno cree», también ha querido recordar a «los que hemos conocido y ya no están, en referencia a las víctimas de ETA.
«Recuerdo los momentos duros, no sólo por el terrorismo, sino también por cuestiones como la reconversión industrial», ha manifestado, tras apostar por seguir trabajando para «seguir superando dificultades, alcanzar la paz con las manos y dejar a un lado a los comentarios que no pretenden otra cosas que defender intereses particulares».
