Ortiz supuestamente gestionó parte del viaje de Castedo y Alperi a Oporto para negociar con Ikea

El empresario alicantino Enrique Ortiz supuestamente gestionó parte del viaje a Oporto (Portugal) para que la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el exalcalde, Luis Díaz Alperi, pudieran volver en avión privado tras las negociaciones con los responsables de Ikea, de las cuales, según la investigación policial, el constructor estuvo plenamente informado, ya que ambos «defendieron los intereses de Ortiz» en la implantación de la multinacional en la ciudad.

Según consta en el sumario de la pieza separada del caso Brugal, relativa al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante, tanto en los informes policiales y en diligencias previas elevadas por el fiscal al juzgado instructor, Luis Díaz Alperi presuntamente se puso en contacto con Enrique Ortiz para informarle del viaje que iba a hacer con Sonia Castedo a Oporto para negociar con los representantes de Ikea en noviembre de 2008.

Además, el exalcalde presuntamente le pide a Ortiz que les gestione la vuelta desde Santiago de Compostela. Así, Díaz Alperi le comenta: «nosotros, y cuando digo nosotros, me refiero a Sonia Castedo y yo, nos vamos a ir a Oporto (…) para darles cumplida satisfacción a los de Ikea».

Ortiz le dice que es «bueno, que hay que ir, pero que hay que apretarles un poco», a lo que Díaz Alperi responde que con la información de la que dispone «ya sabremos lo que le tenemos que decir».

Así, añade que él y Castedo han «considerado que no es conveniente» que él asista, pero le pide «conseguir un avión para esto», en concreto para la vuelta desde Santiago de Compostela, ya que tras la reunión en Oporto ambos van a Galicia. Ortiz le pregunta si su «amigo común» no puede ofrecérselo y Díaz Alperi le dice que no porque «lo tiene en Zurich».

Por ello, Ortiz le pide concreción sobre el día y le asegura que hará «la gestión». En concreto, la gestión consiste en establecer comunicación con Vicente Cotino, a quien le pide que «reserve el avión para el día 2 de noviembre», a lo que el otro accede, ya que es «uno de los apoderados de la mercantil Asedes Capital SA, que tendría como objeto social», entre otros, del arrendamiento de «todo tipo de vehículos destinados al transporte», incluidas aeronaves. Según el informe, «queda de manifiesto que el señor Ortiz habría realizado las gestiones solicitadas por el señor Díaz Alperi».

Después, el informe policial indica que el exalcalde «da traslado al empresario investigado de lo acaecido en la primera reunión con los representantes de Ikea, manifestando que las personas con las que se ha reunido (…) les habrían mostrado las instalaciones que la multinacional tiene en la ciudad lusa».

«Esa misma noche, tal y como también confirma el señor Díaz Alperi, tenían prevista una cena con los representantes de Ikea, donde se trataría más a fondo los asuntos, y en la cual, tanto el exalcalde, como la alcaldesa de la ciudad, defendieron los intereses del señor Ortiz», se asegura en el informe policial.

Según añade, «el señor Díaz Alperi tranquiliza al señor Ortiz diciéndole que les ha trasladado a los de Ikea que no e están dispuestos a que les tomen el pelo, en clara referencia a las trabas que los representantes de la multinacional están poniendo para el cierre definitivo del acuerdo», que, según le informa, será en ese mismo mes de diciembre, según el «compromiso» de los representantes de Ikea con Castedo.

El informe policial indica que queda «una vez más de manifiesto que el señor Díaz Alperi, a pesar de haber abandonado la alcaldía de la ciudad seguiría teniendo gran peso en las decisiones y negociaciones llevadas a cabo por el consistorio alicantino, siendo, junto con la actual alcaldesa, el gran valedor de los intereses urbanísticos de Ortiz en la capital alicantina».

Esta conclusión de los investigadores se basa en unas palabras de Díaz Alperi a los representantes de Ikea: «yo quiero seguridad, lo que no va a meterse la alcaldesa es en una reforma urbanística muy importante, que al final siempre tiene follones y que además coincide en que además en estos momentos la alcaldesa es quien lleva Urbanismo para luego no hacer nada vosotros».

Posteriormente, Díaz Alperi vuelve a «aparecer la figura del exalcalde, ya que como refieren los contertulios próximamente obtendrá un cargo, presumiblemente político, desde donde podrá ejercer presión para que la tienda Ikea sea instalada en Alicante», ya que uno de los responsables de la multinacional le ha trasladado a Ortiz que la consellera, entonces de Industria, y ahora de Turismo, Belén Juste, está ejerciendo «presiones» para que se instalaran en Valencia.

Según el informe, «la consellera tendría en mente la instalación de una tienda en la Comunidad Valenciana y su ubicación sería Valencia», por lo que el señor Laval –representante de Ikea– apostaba por «dejar pasar el tiempo, mientras la multinacional negocia con la Federación del Mueble para que se rebaje la presión política».

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