El consejero de Interior, Felip Puig, ha anunciado que en las futuras operaciones conjuntas de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana habrá un solo responsable operativo «para evitar disfunciones» entre los dos cuerpos después de lo ocurrido en el dispositivo del 27 de mayo en plaza Cataluña.
En su comparecencia en el Parlamento catalán, ha resaltado que no quiere buscar una confrontación institucional con el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y ha celebrado que llegaran a un acuerdo sobre llevar adelante la operación.
Puig ha reiterado que «por descontado» quiere seguir realizando operaciones con la policía barcelonesa.
La pasada semana trascendió que el dispositivo Mossos-Urbana desplegado en la acampada acabó generando tensión entre ambos cuerpos.
Fuentes cercanas al operativo apuntaron que la Urbana se mantuvo en segundo plano en el momento más complicado en el centro de la plaza, cuando los efectivos de la Brigada Móvil de los Mossos estaban manteniendo el cordón policial para evitar que los miles de concentrados que estaban en el perímetro entraran y dificultaran las tareas de limpieza.
No obstante, fuentes de la policía barcelonesa aseguraron que hicieron lo que desde un primer momento se comprometieron a hacer y hasta fueron más allá, ya que tenían órdenes expresas de no cargar contra los concentrados.
Por ello, destacaron, se pactó desde un primero momento que ellos no sacarían las porras pero que colaborarían con los Mossos para asegurar el terreno que se ganara con la dispersión de la masa.
