Zapatero se ha limitado a responder "no" a una pregunta de los periodistas sobre este asunto en los pasillos del Congreso de los Diputados
Los indignados prosiguen con su escalada de protestas. Quienes exigían hace no muchas semanas democracia real, ahora pervierten sus principios y se aprestan a reventar el normal desarrollo de la vida política.
El culmen de estas protestas se ha originado en los exteriores del Parlamento catalán, en el corazón de Barcelona, donde los políticos han recibido todo tipo de improperios e intentos de ataques físicos.
Fruto de esta violencia verbal, que también cristalizó en física con algún que otro parlamentario, motivó que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y la presidenta del Parlamento, Nuria de Gispert, al igual que otros consejeros, tuviesen que llegar a la cámara catalana en varios helicópteros, que aterrizaron frente al edificio y dentro del recinto del parque de la Ciutadella, alejados de los ‘indignados‘ que intentaban bloquear el acceso de los diputados al pleno de Presupuestos. (VER VÍDEO RTVE.ES).
DEL COCHE OFICIAL TUNEADO AL FURGÓN POLICIAL
Los Mossos d’Esquadra han tenido que introducir diputados del Parlamento dentro de furgonetas los antidisturbios para que pudieran llegar a la sede de la cámara catalana donde empezaba hoy el primer pleno del debate de presupuestos.
En una de las fotos que publicamos se observa el presidente del grupo de CiU, Oriol Pujol, el portavoz adjunto, Ramon Espadaler, a la derecha Albert Rivera de Ciudadanos y al fondo Joan Laporta de Democràcia Catalana. Todos en furgón policial, como delincuentes.
PINTURA DE INDIGNADOS PARA POLITICOS ANTISISTEMA
La exconsellera Montserrat Tura, que siempre ha sido muy ‘comprensiva‘ con okupas y antisistema, ha sido una de las diputadas que ha sufrido la agresión violenta de algunos de los manifestantes concentrados a las puertas del Parlament de Catalunya esta mañana.
Tura ha explicado, en una entrevista en TV-3, su malestar tras ser marcada con una cruz negra a la entrada al Parlament:
«No está bien esto de ir marcando a la gente, este tipo de actos me recuerda a otras épocas y a unque de rebajas, la gabardina manchada me gustaba mucho».
Joan Boada, exsecretario general de Interior, también ha recibido pintura roja, que le ha caído en la cabeza.
Los insultos y abucheos han sido generales a todos los diputados que han ido entrando en el Parlament. Pero también ha habido agresiones más violentas, como la piedra lanzada a exministro de Trabajo Celestino Corbacho.
EL CONSEJERO ‘LIMPIADOR’ SACA AHORA PECHO
Uno de los primeros políticos catalanes en expresar su malestar ha sido el conseller de Interior, Felip Puig, quien como otros miembros del Govern, con Artur Mas al frente, ha tenido que aceptar la humillación de viajar hasta la Cámara en helicóptero.
«Seguramente he sido el único que entendió lo que pasó el 27 de mayo», se ha limitado a decir Puig, en alusión a la controvertida operación policial para limpiar la plaza de Catalunya donde acampaban cientos de indignados y que acabó con más de un centenar de heridos y fuertes críticas por parte de todos los grupos de la oposición.
EL CERCO AL PARLAMENT
Las concentraciones de indignados a las puertas del parque de la Ciutadella para impedir la entrada de los diputados catalanes al Parlament, donde a partir de las 10.00 horas de este 15 de junio de 2011 debía empezar el pleno de debate de los presupuestos de la Generalitat, han obligado al president, Artur Mas, y a la presidenta de la Cámara catalana, Núria de Gispert a llegar al recinto en helicóptero. Y no han sido los únicos.
Todos los miembros del Govern viajaban en comitiva por la avenida Meridiana pero manifestantes les han cerrado el paso, por lo que se han buscado medios de transporte alternativo. Otros cinco helicópteros han trasladado hasta las puertas de la Cámara catalana a consellers y portavoces parlamentarios.
Entre ellos, la vicepresidenta, Joana Ortega, los consellers Andreu Mas-Colell, Boi Ruiz, Ferran Mascarell, Josep Maria Pelegrí, y el jefe del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal.
En el sexto y último helicóptero viajaba el titular de Interior, Felip Puig. El resto de diputados ha ido llegando en coches oficiales y en furgones policiales por el acceso de la calle Wellington, fuertemente custodiado por la policía, según informa Jose Rico.
Ya empezado el pleno, sobre las 10.15 horas, un grupo de 15 diputados esperaba en los alrededores del parque para dirigirse al Parlament. Entre estos estaban Oriol Pujol, Joan Laporta, Albert Rivera y Marina Geli. Todos ellos han podido finalmente acceder en furgones policiales.
Sobre las 11.30 horas, todos los diputados estaban ya en la Cámara y los agentes antidisturbios han abandonado el acceso por la calle Wellington con Pujades, en el que se había concentrado buena parte de los indignados.
Diputados abucheados
Los primeros diputados del Parlament de Catalunya han podido entrar en el recinto del parc de la Ciutadella poco después de las 08.00 horas de este miércoles por el conflictivo acceso de la calle de Wellington después de que los Mossos d’Esquadra desalojaran, uno a uno y pacíficamente, a los cientos de indignados que se habían concentrado en este punto para impedir la entrada de los parlamentarios.
Uno de los primeros diputados en acceder al parque ha sido el portavoz de CiU, Jordi Rull, que ha entrado a pie. A continuación lo han hecho el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal, también de CiU, o los socialistas Joan Ferran y Celestino Corbacho. Poco antes, han entrado los trabajadores del Parlament. Lo han hecho tanto a pie como en vehículos de los Mossos.
Los manifestantes han increpado a todos ellos, tanto a políticos como a trabajadores. También han entrado luego Joan Boada, Dolors Camats y Jordi Miralles. Joan Boada y Montserrat Tura han sido fuertemente abucheados y la exconsellera ha sido señalada con una enorme cruz negra en la gabardina que vestía.
La zona está fuertemente vigilada por una veintena de furgones policiales y un dispositivo de 400 agentes. Además, un helicóptero sobrevuela la zona.
Según el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), tras las cargas y desalojos de esta mañana ha habido 23 personas heridas leves, tres de las cuales son mossos.
‘Ningú, ningú, ningú ens representa’
La jornada de protesta ha empezado con tensión en el acceso al parque por Wellington, donde un millar de manifestantes protagonizaban desde primera hora una sentada para impedir que los diputados entraran en el recinto.
A las 07.00 horas se han producido los primeros disparos al aire de los Mossos d’Esquadra y la primera carga después de que los indignados se acercaran demasiado a los furgones de la policía.
Los jóvenes han coreado consignas contra la policía y algunos de ellos han volcado algunos contenedores para formar barricadas en el paseo de Circumvalació.
Los indignados han llamado a la resistencia pacífica y han increpado a los Mossos por no llevar el número de placa visible en sus uniformes.
Otro momento de tensión se ha producido cuando agentes antidisturbios han tenido que rescatar a un grupo de policía secreta que, vestidos como los acampados, habían quedado rodeados por estos.
Calma tensa en Marquès de l’Argentera
Otro de los puntos calientes está en el acceso a la Ciutadella por la avenida Marquès de l’Argentera. Allí, entre 1.000 y 2.000 personas han puesto vallas en las que han colgado pancartas y están sentadas de forma pacífica ante las puertas. En este acceso se vive una calma tensa.
La Conselleria de Interior, que dirige Felip Puig, y el Ayuntamiento de Barcelona acordaron el martes cerrar el recinto del parque para evitar que los indignados llevaran su protesta a las puertas del Parlament.
El Zoo de Barcelona se mantendrá cerrado hasta que las condiciones de seguridad lo permitan.
La opinión de Zapatero
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado que no le preocupa la deriva de los indignados del movimiento 15-M que esta mañana están intentando impedir el debate de los presupuestos en el Parlament de Catalunya.
El jefe del Ejecutivo se ha limitado a responder «no» a una pregunta de los periodistas sobre este asunto en los pasillos del Congreso de los Diputados, minutos antes de iniciarse la sesión de control al Gobierno.