Jáuregui: si Bildu se comporta «como un complemento del terror», no seguirá

El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha advertido de que, si Bildu se comporta en el día a día «como un complemento del terror», no seguirá con su actividad. Además, ha asegurado que siempre ha pensado que la violencia «tiene que desaguar» en una expresión política que «capitalice esa trágica página» y que no tendrá un final «de película».

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Jáuregui ha mostrado su deseo de que el tema de los escoltas «se reconduzca» y evite que se aborde una reforma legal para garantizar la seguridad de los concejales».

«Yo creo que es una cuestión que tiene que resolverse con sentido común y me alegro de que la alcaldesa de Andoain haya rectificado y se proponga hablar con los afectados, con las personas que llevan escolta, que no la llevan porque les guste, sino por seguridad imprescindible de su propia integridad física», ha añadido.

En este sentido, ha indicado que debe «resolver una cuestión que nunca debió cuestionar», que es «esa seguridad que permite la libertad, el ejercicio de su representación democrática». «Que no lo olviden nunca, esto es lo principal», ha indicado.

El ministro ha destacado que, «a partir de ahí, si no se hiciera, el Estado no quedaría al margen, actuaría y lo haría con precisión y rapidez».

Según ha asegurado, «hay muchos gestos» de Bildu que no le gustan y forman parte de «una lógica que ha irrumpido con el apoyo electoral que han recibido». «Yo no cuestiono que la democracia tiene que funcionar y, por tanto, que quien ha obtenido los votos, los ejerza, pero lógicamente muchísimas de sus actividades, de sus declaraciones y de sus gestos, no me gustan, no los comparto en absoluto», ha añadido.

Por ello, ha aseverado que «hay que ser muy exigentes con ellos» porque, «una vez que la justicia les ha reconocido como una opción legal, han obtenido unos votos, ejercen la representación que tienen, tiene que ser en el marco de la legalidad».

«Y si eso acaba convirtiéndose en un apoyo a la violencia o se comportan, en su actividad diaria, como una parte de complemento a lo que ha sido siempre el terror en nuestro país, no podrán seguir ejerciendo su actividad, porque la Ley ya establece mecanismos para evitar que eso se produzca», ha indicado.

En esta línea, ha reiterado que «hay que ser muy exigentes con Bildu para que esa expresión que actúa políticamente, lo haga en el marco de la Ley». «Si no lo hace en ese marco, si, por casualidad, volviera la violencia y ellos no la condenaran o la apoyaran abiertamente, tendrían que ser ilegalizados, lógicamente».

GARITANO

En cuanto al hecho de que, previsiblemente, Martín Garitano vaya a ser el nuevo diputado general de Guipúzcoa, ha apuntado que, «probablemente, supone lo que todos estamos interpretando, que probablemente hemos entrado en una fase distinta y quizá definitiva para el fin de la violencia».

«Yo siempre he pensado que el fin de la violencia tiene que producirse, más o menos, como se está produciendo. Quien hubiera creído que el final de la violencia iba a ser un final de película en el que aparece un ‘The end’ al final, y la violencia desaparece de la noche a la mañana es que no entiende nada, es que no conoce este problema», ha remarcado.

Por ello, ha apuntado que siempre ha creído que «la violencia tiene que desaguar hacia la política y que una expresión política tenía que acabar capitalizando toda esa trágica página de nuestra historia de los últimos 30 ó 40 años».

«Y, seguramente, la manera en la que la desaparición de la violencia tendría que ir encadenada a este tipo de sucesos. Si lo que está ocurriendo es así, bienvenido sea, si no fuera así, tendríamos que volver a sentirnos engañados, actuar en consecuencia y abortar un movimiento político que no juega en favor de la paz. Si así fuera, la Ley tiene instrumentos para que no nos engañen», ha destacado.

PNV y PSE

Para Jáuregui «tampoco es tan absurdo» lo que ocurre en las relaciones entre el PNV y el PSE-EE porque hace dos años el PSE-EE alcanzó un acuerdo con el PP para tener un Gobierno monocolor en el País Vasco, presidido por un lehendakari socialista, apoyado por el PP, y eso, lógicamente, en el juego de las alianzas políticas tuvo unas consecuencias».

«El PNV ejerce la oposición en el País Vasco, tiene un papel privilegiado en el tablero político español, que lo ha jugado en el marco de la búsqueda de apoyos que el Gobierno de Zapatero necesita para la gobernación, ha sido un partido clave en elaboración de los presupuestos, etc», ha recordado.

A su entender, «entonces, hay ese doble juego que es absolutamente razonable y natural: en el País Vasco, el PNV es la oposición del lehendakari, Patxi López, en el Gobierno central, el PNV es el partido bisagra de la gobernabilidad de Zapatero».

Por ello, ha subrayado que «ese escenario hay que asumirlo» y debe formar «parte de la lógica». «Pero, lo que sí es verdad es que, después de las elecciones del 22 de mayo, las relaciones entre el PNV y el PSE-EE sufrieron, en nuestra opinión, una agresión en la política vasca que no esperábamos, porque no sólo no hubo acuerdos entre el PNV y el PSE-EE para alcanzar mayorías democráticas alternativas a Bildu que, sinceramente, era algo que deseábamos y que hubiera sido bueno», ha indicado.

En esta línea, ha recordado que los socialistas «sufrieron la agresión en varios ayuntamientos, como Lasarte o Trápaga, que generaron alianzas entre PNV y Bildu para quitar alcaldes socialistas», ha añadido.

Ramón Jáuregui ha señalado que «esto se verá» este jueves en Guipúzcoa «donde se va a materializar la imposibilidad de un entendimiento PNV-PSE para evitar el diputado general de Guipúzcoa». «Así están las cosas. Yo pienso que cada ciudadano tiene que establecer sus consecuencias», ha concluido.

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