El coordinador general de EB, Mikel Arana, ha considerado «un error mayúsculo» que PSOE y PP «amputen la capacidad de los gobiernos para hacer política económica». Además, ha destacado que populares y socialistas, que se autocalifican como «constitucionalistas», defienden «la inalterabilidad» de la Constitución ante el derecho a decidir, pero se ponen de acuerdo para modificar la Carta Magna a dos meses de las elecciones generales, «en pleno mes de agosto y sin referéndum».
En un artículo escrito en su blog, recogido por Europa Press, Arana ha afirmado que, «por lo visto, si se quiere, se puede cambiar la Constitución», y ha subrayado que ésta en Euskadi «se ha utilizado siempre como arma arrojadiza».
En este sentido, ha señalado que «llama poderosamente la atención» que, mientras socialistas y populares, que «se autodenominan constitucionalistas por defender la inalterabilidad de la Carta Magna respecto al derecho a decidir», se pongan de acuerdo para modificar la Constitución «a dos meses de unas elecciones generales, en pleno mes de agosto y, encima, sin referéndum».
No obstante, ha precisado que «mucho más grave es el objeto de la reforma» y ha planteado que, «si tanto PP como PSOE están de acuerdo en amputar la capacidad de los gobiernos para hacer política económica, por qué no se presentan juntos a las elecciones».
«Limitar el déficit público a través de la Constitución es un error mayúsculo que va radicalmente en contra de lo que debería ser la tendencia de los estados ante los mercados», ha destacado.
REFORZAR A LOS ESTADOS
A su juicio, «la única manera de frenar la especulación es reforzar el papel de los estados, no debilitarlos». «Un estado como el español, que ve cómo se está jugando sin pudor con su deuda soberana, no debería nunca auto limitar su capacidad de gestión económica y, sin embargo, van a hacerlo», ha apuntado.
Mikel Arana ha subrayado que, «de cara al 20-N, tanto PSOE como PP se dirán de todo, pero que no se equivoque nadie, o la izquierda refuerza su papel en el Congreso, o el estado de bienestar en España no será más que un recuerdo de algo que pudo ser, pero nunca llegó a consolidarse».
