La vicepresidenta del Gobierno catalán, la democristiana Joana Ortega, ha asegurado que al igual que se habla de poner un tope al déficit público en la Constitución, ahora también sería bueno poner un «límite a la solidaridad» entre comunidades autónomas.
«Lo que no puede ser para Catalunya es tener un margen de solidaridad tan elevado, que haga que la misma gente de Catalunya no reciba los servicios que necesita», ha indicado Ortega, en declaraciones a Comràdio recogidas por Europa Press.
«Desde Catalunya, estamos haciendo un gran sacrificio, y estamos tomando unas medidas totalmente necesarias para mantener el estado del bienestar», ha asegurado Ortega, quien ha indicado que el Gobierno catalán hace los deberes para que la administración autonómica sea austera y gaste de forma eficiente y racional.
Ha insistido en que todo lo que pueda laminar la autonomía financiera de la Generalitat tendrá el «rechazo frontal» del Gobierno catalán pese a que PP y PSOE estén de acuerdo sobre ello.
CONSENSO TERRITORIAL SOBRE LAS DIPUTACIONES
Sobre el futuro de las diputaciones provinciales y los consejos comarcales, ha indicado que para introducir cambios en estos órganos es necesario consenso no sólo político, sino también territorial, por lo que ha apreciado que es un error hacer propuestas que sólo tengan como objetivo desviar la atención.
Ante la polémica sobre el futuro de la Renta Mínima de Inserción (RMI), Ortega ha asegurado que debía revisarse, ya que durante los siete años del tripartito «no se habían pedido los informes anuales que se requieren» para comprobar que quienes pidan la ayuda realmente la necesitan.
Tampoco se ha pedido a los beneficiarios que se formen y ha lamentado que «hubo momentos en los que la RMI llegó a superar» el Salario Mínimo Interprofesional.
