La Federación de Barcelona del PSC ha presentado una introducción alternativa a la ponencia marco que se debatirá en el congreso del PSC en la cual opina que el programa del partido está «agotado» y en la que se muestra mucho más autocrítica que los ponentes sobre la situación actual de esa formación.
La enmienda presentada por una de las federaciones más importantes del partido, a la que ha tenido acceso Efe, también reivindica la recuperación del PSC desde la izquierda.
Si la redacción de los ponentes (Jaume Collboni, Maria Badia, Miquel Iceta, Javier López, Marina Geli y Joan Rangel) atribuía la victoria de CiU en las autonómicas a la incapacidad del anterior Govern de frenar el impacto de la crisis económica, a la incapacidad del tripartito de defender su gestión o bien al malestar generado por la sentencia por el Estatut, esta federación va más allá.
Como causa principal de la situación actual del PSC, los socialistas de Barcelona, que están liderados por el ex primer teniente de alcalde de la capital catalana Carles Martí, apuntan que el programa del partido está «agotado» y que sus políticas «ya no responden a los tiempos actuales».
«Hemos de volver a empezar (…) construyendo un nuevo programa, radicalmente actualizado pero plenamente coherente con nuestro ideario», dice el texto.
Aún así, la federación de Barcelona matiza que si el programa del PSC está agotado es también porque se ha aplicado, y añade que en ningún caso ha «fracasado».
Asimismo, esta federación atribuye los varapalos al PSC en las urnas a una «importante confusión y contradicción» en la respuesta a la crisis, al «cambio de timón de 2010» por parte del Gobierno español y «a la sensación» de parte de la ciudadanía de que los socialistas «no sólo» han acabado «asumiendo las tesis de sus adversarios», sino también «de quienes provocaron la crisis».
Las «contradicciones» derivadas de la «convivencia» con ERC, del proceso del Estatut y de «la relación establecida con el PSOE y en particular con el presidente del Gobierno» explican también, a juicio de los socialistas de la capital catalana, que el PSC haya perdido «apoyos por todas partes y en todas direcciones».
Esta federación reclama generar un «discurso alternativo» para volver a ser partido de gobierno en Cataluña, y reivindica, al igual que la ponencia original, que el PSC ocupe el espacio de izquierda.
Aún así, no incluye la apelación de los ponentes a abrir el partido a «sectores catalanistas de talante liberal», sino que defiende que el PSC, como partido de gobierno, debe trabajar para «transformar la realidad» y que la economía debe ser «gobernada por la democracia».
El PSC ultima el proceso de presentación de enmiendas a la ponencia marco y, una vez se recopilen las enmiendas de todas las agrupaciones y federaciones, los delegados que acudan al congreso de los socialistas catalanes, que se hará a mediados de diciembre, tendrán la oportunidad de elegir qué línea ideológica quieren que siga la formación.
Aunque los alcaldes de Lleida, Àngel Ros, y Sabadell (Barcelona), Manel Bustos, pactaron en julio que el PSC pudiera votar diferente del PSOE en el Congreso en asuntos de especial interés para Cataluña, fuentes del PSC consultadas por Efe dan por hecho que algunas agrupaciones del partido reclaman el grupo propio para el PSC en la cámara baja.
Sin embargo, parece que la propuesta de ambos alcaldes suscita el apoyo de la mayoría de la organización, por lo que el partido prevé incluir esta fórmula en su programa para las elecciones generales.
