Rubalcaba recuerda a los presos de ETA que la amnistía que piden está fuera de la Constitución

– Conde-Pumpido cree que es «una vergüenza» y Zapatero lo interpreta como «un paso significativo hacia el final de la violencia»

MADRID, 26 (OTR/PRESS)

«Los presos de ETA están pidiendo algo que no existe y que no va a existir», algo que «no está en las reglas del juego» de la Carta Magna, afirmó este lunes Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Hablaba de la amnistía que reclama el colectivo a cambio de la adhesión a la Declaración de Guernica, algo que Cándido Conde-Pumpido, fiscal general del Estado, ve como «una vergüenza» y que José Luis Rodríguez Zapatero, jefe del Ejecutivo, interpreta como «un paso significativo hacia el final de la violencia». Entre estas dos visiones, Iñigo Urkullu, presidente del EBB del PNV, reconoce que los presos tienen «un papel a jugar» en el proceso de «pacificación y reconciliación», pero recuerda que éstos no pueden ejercer como «agente político a tener como referencia en un proceso político».

Rubalcaba recuerda a los presos: «No hay amnistía en nuestra Constitución». Lo que piden a cambio de la adhesión al Acuerdo de Guernica «no está en las reglas del juego» de la Carta Magna, «no existe» y «no va a existir», subrayó desde Canal Sur Radio. De todas formas, el ex ministro de Interior resaltó que lo importante de todo esto es que el colectivo se dirija a ETA para pedirle «que pare la violencia».

Eso le lleva a pensar que «es un paso más, aunque no el definitivo, que llegará cuando ETA lo deje». De todas formas, el aspirante está «prudentemente satisfecho» porque entiende que se acerca «el final» de la banda terrorista: «En el mundo de la izquierda abertzale hay un sector que ha abandonado la violencia y hay presos que le dicen a ETA que la violencia no lleva a ningún sitio».

Como él, Justo Zambrana, secretario de Estado de Seguridad, sostuvo: «Todo lo que sea alejarse de la violencia merece una valoración positiva, pero indudablemente no es el comunicado definitivo que estamos esperando todos los españoles y, primero, los vascos». En cambio, Zapatero le da más relevancia y lo ve como «un paso significativo hacia el final de la violencia».

A su juicio, esta situación «es fruto de una gran tarea colectiva y del esfuerzo de todos los demócratas, también de este Gobierno». Ahora que «el final» de la organización terrorista «está cerca»… «Tenemos que extremar la responsabilidad y, por supuesto, la unidad de todos». También Cayo Lara, coordinador federal de IU, piensa que hay que acoger «con los brazos abiertos» cualquier acción que camine hacia el fin de la violencia.

Cándido Conde-Pumpido tiene una visión distinta: «Me parece una vergüenza». El fiscal general del Estado cree que la sociedad debe seguir luchando por que la banda se disuelva, «sin ningún tipo de condiciones». Mariano Rajoy, líder del PP, está «de acuerdo» con sus palabras: «Yo no veo un cambio sustancial. Para mí lo decisivo es un comunicado de ETA diciendo que se disuelve y que deja de ser una organización criminal».

El aspirante ‘popular’ a la Moncloa insistió en que… «Lo relevante, lo importante, lo noticiable y lo que va a merecer un comentario por mi parte, Dios quiera que sea pronto, es que ETA se disuelve». Hasta entonces, insta a la sociedad a «actuar como se ha hecho hasta ahora».

URKULLU: «GUERNICA HACE UNA APUESTA POR LA VIA POLITICA»

Entre ambas visiones se encuentra la de Urkullu, que opina que la declaración de los presos es muy importante porque ellos eran «el tapón que atascaba la posibilidad» de que la izquierda abertzale pidiera a ETA que «anunciase un cese definitivo». Al jeltzale le importa «que haya habido una adhesión a la Declaración de Guernica, donde se hace una apuesta por la vía política», que va más allá de «las reivindicaciones de los presos».

Sin embargo, matizó: «Lo que no comparto es que el colectivo de presos sea un agente político a tener como referencia en un proceso político». El nacionalista vasco subrayó que «no debe haber negociación o diálogo» con ETA sobre cuestiones políticas que «corresponden» a las propias formaciones. Por el contrario, Urkullu aboga por un debate «sobre cuestiones técnicas, empezando por el desarme o la política penitenciaria».

En este contexto, el líder del PNV cree que los presos tienen «un papel a jugar», en un proceso de «pacificación y reconciliación». El presidente del EBB está «expectante» porque no sabe si el anuncio de los presos cambiará «el planteamiento de [Patxi] López», lehendakari, sobre «el Plan de Paz y Convivencia».

EL TRASATLANTICO QUE SE HUNDE

Yolanda Barcina, presidenta del Gobierno de Navarra, afirmó este lunes que «el trasatlántico de la banda terrorista ETA se está hundiendo y aquéllos que le apoyan y aquéllos que forman parte de la organización terrorista están intentando huir a la desesperada». La dirigente reclamó que la petición de los presos no convierta «a los verdugos en víctimas», como quiere la organización.

En el Parlamento Navarro, sólo su partido (UPN) y el PPN se excluyen de la valoración positiva de los hechos. Su compañero Carlos García Adanero recordó que «los presos de ETA lo son por haber cometido una serie de delitos y se ve que no hay ningún arrepentimiento». La ‘popular’ Ana Beltrán cree que «el único» comunicado que debe emitir ETA es el de su disolución: «Queremos que los terroristas cumplan sus penas en la cárcel».

Por el contrario, el socialista Juan José Lizarbe entiende que se trata de algo «positivo» y «esperanzador», «la antesala de otras decisiones más que el mundo de la izquierda abertzale tiene que tomar». No obstante, habla desde la «prudencia» y reclama a la sociedad que actúe «con cautela». Patxi Zabaleta, portavoz de NaBai, cree que ésta es una «decisión profundamente positiva», «una de las bases de la irreversibilidad del camino hacia la paz».

José Miguel Nuin, portavoz de Izquierda-Ezkerra, corroboró: «El mundo del entorno de ETA está embarcado en un proceso de dar paso definitivo a la política y dejar atrás la práctica de la violencia de ETA o discursos legitimadores de esa práctica por la izquierda abertzale». En su opinión, ahora «la decisión definitiva de dejar atrás la violencia» está en manos de la organización terrorista, «es su responsabilidad».

Desde Bildu, Maiorga Ramirez subrayó: «Estamos ante un proceso histórico, estamos poniendo toda la carne en el asador porque hay una ciudadanía que quiere una situación de paz y normalidad». Además, pidió a Barcina que «no ponga palos en la rueda» y que «se implique» en el asunto, que «requiere de la participación y del apoyo de todos».

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