El parlamentario de EB y portavoz de IU en Euskadi, Mikel Arana, ha echado de menos que el lehendakari, Patxi López, no anunciara su apuesta por las medidas contenidas en la Declaración de Aiete y, sobre todo, en lo que se refiere a la flexibilización de la política penitenciaria».
En un comunicado, Arana ha señalado que, «en una intervención alejada de la dimensión institucional que le es propia, el Lehendakari se limitó a defender las bondades de la gestión de su Gobierno, omitiendo propuestas concretas, tanto en materia de pacificación y normalización como en materia socioeconómica».
El dirigente de izquierdas ha lamentado que Patxi López haya hecho «una valoración del final de la violencia calcada a la que hizo el Rey en su discurso de Navidad».
En este sentido, ha añadido que, «siendo importante el reconocimiento a las víctimas, se echó de menos que López no anunciara su apuesta por ninguna de las medidas políticas contenidas en la declaración de Aiete y, especialmente por la flexibilización de la política penitenciaria ya anunciada hasta por el nuevo ministro del Interior».
CRISIS
Mikel Arana ha criticado «la vacuidad del discurso del Lehendakari en el ámbito económico y social». «En una declaración de autoalabanza de la gestión de su gobierno, en la que llegó a afirmar que en Euskadi no se han recortado servicios públicos esenciales como en otras Comunidades o que las cifras económicas apuntan a una mejoría, López no fue capaz de desgranar ninguna medida concreta y real de lucha contra el paro o de impulso económico», ha indicado.
A su juicio, «es increíble que el lehendakari del Gobierno vasco, que ha dado el mayor tijeretazo al modelo vasco de servicios sociales y bajo cuyo mandato la sanidad y educación públicas se han deteriorado como nunca antes, se presente como el defensor de las clases populares o de la gente con mayores necesidades».
Por ello, en lugar de «cartas a los Reyes Magos y promesas», ha reclamado a Lehendakari que apruebe, cuanto antes, un plan industrial y de estimulo a la economía, que garantice que la nueva entidad Kutxabank inyecte crédito en la sociedad, y apruebe una reforma fiscal que permita subir los impuestos a las grandes fortunas y sociedades mercantiles vascas para recuperar el nivel de los servicios públicos básicos para la ciudadanía».
