Pintan bastos para las arcas andaluzas y el Gobierno de Griñán, el de los ERE fraudulentos’, no está por la labor de esperar a que esté aprobado y definido el Fondo de Liquidez Autonómico y ha exigido al Ejecutivo central un anticipo de nada más y nada menos que de 1.000 millones de euros.
Eso sí, el presidente tiene su honor y su orgullo y no ha dado la cara en este aspecto, sino que ha mandado a primera línea de fuego a la consejera de la Presidencia e Igualdad de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que anunció que el Gobierno andaluz ha solicitado al de la Nación «un anticipo» de 1.000 millones de euros «mientras se definen las condiciones en las que las comunidades autónomas pueden acudir al Fondo de Liquidez Autonómico».
La consejera explicó que no se trata de «un rescate» sino de «un anticipo como el que en el mes de junio solicitó la Comunidad Valenciana de en torno a 300 millones» y que el objetivo es el de «obtener liquidez».
Este anuncio llega en medio de la comisión parlamentaria que está investigando los ERE fraudulentos donde el propio ex director general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, adujo que a él «absolutamente nadie me dijo que realizara mis funciones de forma distinta a la que me instruyeron y que nadie cambió cuando me fui».
