Artur Mas convoca elecciones para el 25 de noviembre de 2012, en una partida convocada en un momento en lo que todo juega a favor para el político catalán que ha logrado tres éxitos:
Ha conseguido que obvien los recortes. Los radicales, anti-sistemas, 15-M / 25-S que hace apenas un año se manifestaban contra él por los fuertes recortes catalanes en sanidad y otros aspectos fundamentales, ahora parecen apoyarle en la causa común ‘contra el expolio’ de Madrid. Los recortes de Mas quedan olvidados ante la lucha independentista. Además, podría rascarle votos a los otros independentistas de ERC y SI.
Convoca elecciones sabiendo que es la mejor ocasión de librarse de su dependencia del ‘odiado’ PP, puesto que si los populares siempre lo han tenido difícil en Catalunya, ahora encima se verán arrastrados por la impopularidad del Gobierno central, que les podría hacer perder su condición de bisagra.
Convoca elecciones en un momento en el que el PSC, su principal rival, no tiene un liderazgo claro y hace saltar por los aires el calendario del PSC hacia unas primarias tranquilas entre los distintos sectores del partido. El PSC tiene poco más de un mes para convocar unas primarias a toda prisa, elegir a un nuevo líder e intentar batir a Artur Mas, algo bastante difícil.
Tres en uno, hábil maniobra de Artur Mas.