Las comunidades rebajan el déficit público por primera vez
El déficit de las comunidades autónomas, en términos de Contabilidad Nacional, alcanzó los 1.235 millones de euros en el primer trimestre del año, el 0,12% del PIB, según ha adelantado este 16 de mayo de 2013 la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás.
En declaraciones a Onda Cero, Currás ha indicado que este balance es un 0,11% inferior al de 2012.
La secretaria de Estado ha afirmado que se trata de un resultado «satisfactorio» y ha destacado el esfuerzo que ha hecho el Gobierno para poder presentar estos datos en términos de Contabilidad Nacional mucho antes del cierre del ejercicio, como era habitual anteriormente.
Además, ha reseñado que descontando los anticipos que el Estado entregó el pasado año a las comunidades, el déficit de los gobiernos regionales se habría reducido a la mitad respecto a marzo de 2012.
A este respecto, la publicación del balance sobre las cuentas de las comunidades ha tenido lugar en medio del debate sobre el reparto del objetivo de déficit. La polémica empezó enfrentando a los barones del PP con el Gobierno central.
Con el tiempo, sin embargo, el debate se ha generalizado entre las regiones cumplidoras y las que no lo fueron en 2012 y se extiende por las consejerías de Hacienda sin distinción de color político.
Junto a la mejora de las comunidades, el desfase en la Administración central también bajó en el mismo periodo, hasta el 1,63% del PIB aunque la recaudación volvió a caer y aumentaron los gastos. Sin embargo, tal y como ha pasado con las autonomías, el desajuste no fue tan grande como el del pasado ejercicio.
Las comunidades registraron un déficit del 1,73% del PIB en 2012, dos décimas más del objetivo previsto. Aun así, fue la primera vez en la crisis que lograron ajustar sus cuentas y se acercaron al tope fijado por Bruselas. El déficit regional fue del 1,7% en 2008; del 2% en 2009; el 3,2% en 2010 y el 3,31% en 2011.
En cuanto al conjunto de las Administraciones, España cerró el año pasado con un desajuste entre los ingresos y gastos equivalentes al 10,6% del PIB por culpa de las pérdidas contabilizadas por ayudas públicas a la banca.