Tras sufrir un grave accidente de moto el 20 de agosto 2013 y recibir el alta el 23 de septiembre, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, reapareció este sábado 28 septiembre 2013 en público sin el alta médica definitiva en la Delegación del Gobierno donde se puso en marcha el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) con motivo de la manifestación Jaque al Rey.
Durante la visita al Centro, situado en la sede de la Delegación, en la calle de Miguel Ángel de Madrid, Cifuentes fue informada por los responsables del Cuerpo Nacional de Policía de la evolución de esta manifestación.
Manifestación que, según la Policía, reunió a 800 asistentes para pedir la abolición de la monarquía y el inicio de un proceso constituyente.
La Policía impidió que los manifestantes accedieran a la Plaza de Oriente, donde los organizadores, que cifraron en miles de personas los asistentes, tenían previsto realizar una concentración posterior a la marcha y leer un comunicado frente al Palacio Real, destino final de la manifestación.
De este modo, la Policía cortó las calles que comunican la plaza de Ópera con la Plaza de Oriente mediante vallas y furgones policiales, impidiendo así que los todavía congregados a pesar de la lluvia culminaran la manifestación.
La marcha comenzó pasadas las 18.00 horas en el intercambiador de Moncloa, encabezada por una gran pancarta en la que se podía leer Jaque al Rey. Proceso Constituyente y con un gran número de banderas republicanas entre los asistentes. Instituciones libres de corruptos, imputados y encausados o El Rey no da golpe desde el 23-F son otros de los mensajes presentes en las pancartas de los manifestantes, que también han coreado la consigna habitual en manifestaciones de este carácter España, mañana, será republicana.
En declaraciones a los medios, una de las portavoces de la coordinadora 25-S, Ana, afirmó que la manifestación «pacífica» se convocó para que los ciudadanos puedan demostrar «el deseo de un cambio constitucional» e «iniciar un proceso destituyente con la abolición de la monarquía», pues la consideran ilegítima heredera del dictador Franco.
Igualmente, otro de los portavoces, René, dio cuenta de la denuncia que la coordinadora interpuso este sábado en el Juzgado de Instrucción de Guardia de Plaza de Castilla por lo que consideran «una vulneración del derecho fundamental a manifestarse» y contra la Operación Jaula que, según la Coordinadora 25-S, va contra el «derecho básico y fundamental a expresarse pacíficamente».
De hecho, los manifestantes, que crecieron en número a su llegada a la Plaza de España pero volvieron a reducirse cuando comenzó a llover y cortaron el tráfico a su paso por la calle Princesa y la Gran Vía, estuvieron en todo momento vigilados por un fuerte despliegue policial.
El dispositivo policial organizado para la ocasión estaba integrado por un total de 28 Grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) (formado cada uno habitualmente por 50 agentes), es decir, unos 1.400 agentes antidisturbios.
Antes de que diera comienzo la manifestación la Policía identificó a cerca de 65 personas que se dirigían con palos y con intención de provocar disturbios a la marcha, según fuentes del Ministerio del Interior. La Policía les identificó a su salida del centro ocupado denominado La Traba, ubicado en la calle Belchite, 18 de Madrid, y se incautó de 49 palos.