La redistribución en España funciona
Las balanzas fiscales que se publicarán este miércoles 23 de julio de 2014 arrojarán un déficit fiscal en Cataluña muy inferior al que dice la Generalitat (de entre 11.000 y 15.000 millones) y sólo una pequeña parte del mismo, prácticamente un 10%, podría deberse a un trato discriminatorio.
Fuentes próximas al Ministerio de Hacienda aseguraron que las balanzas fiscales que presentará el profesor Ángel de la Fuente, pondrán de manifiesto que Madrid, Cataluña y Baleares son las tres regiones que arrojan mayores cifras de déficit fiscal.
Aún así, una de las principales conclusiones de estas balanzas es que, aunque hay cosas que mejorar, la redistribución en España funciona y sólo una pequeña parte de los saldos fiscales debería ser revisado para mejorarlo.
En concreto y en el caso de Cataluña, las fuentes aseguran que la cifra de déficit fiscal que se conocerá el miércoles va a ser considerablemente inferior a la que baraja la Generalitat y sólo una pequeña parte de ella podría deberse a un trato discriminatorio.
En este sentido, explican que el hecho de que Cataluña tenga un déficit fiscal superior a otras regiones se debe, sobre todo, a que es una región con una renta media superior a las otras, lo que hace que los impuestos sean más altos, igual que ocurre en otras comunidades como Madrid y Baleares.
De esta forma, sólo una pequeña parte de ese déficit fiscal debería estar sujeta a revisión para ver si realmente el trato que se da no es el adecuado. Según las fuentes, los datos no arrojan ningún resultado «raro» y simplemente muestran que las regiones más ricas pagan más, que es lo normal.
Así, esta situación no sólo se da en Cataluña, sino que ocurre en otras regiones que pueden arrojar un déficit fiscal de cierta magnitud, aunque sólo una pequeña parte de esa cantidad debería ser revisada, puesto que la mayor parte de la cifra se debe a que es una región más rica que el resto.
Mejorar la financiación
En cualquier caso, de las balanzas fiscales sí se deduce que hay una serie de partidas de gasto que se pueden mejorar, como la financiación autonómica, que actualmente beneficia a las comunidades forales. Según las fuentes, lo normal sería que todos los ciudadanos se pudieran beneficiar de un reparto igualitario de la financiación, porque tener un saldo positivo o negativo no debe sumar o quitar derechos.
A su parecer, lo lógico sería utilizar las balanzas fiscales no para reformar la financiación en sí, sino para ver las diferencias que existen entre unas comunidades y otras. Hasta ahora, sólo se podían comparar las diferencias entre las regiones de régimen común, pero la nueva metodología homogeiniza los datos de las 17 comunidades, lo que redundará en un mejor análisis.
Revisar ayudas
También podrían analizarse las ayudas regionales o las destinadas a sectores concretos que, según las fuentes, pueden generar algunas desigualdades. En este sentido, han puesto como ejemplo a Canarias, que cuenta con régimen fiscal más favorable que el resto de regiones para compensar el efecto de la lejanía. Para los expertos, no está claro que éste sea un buen sistema.
En cualquier caso, las fuentes han reiterado que los resultados no arrojan conclusiones excesivamente raras y que la redistrubición en España funciona, aunque hay aspectos mejorables.
Además, han resaltado el valor de que se realice un ejercicio de transparencia de este calibre, que no se practica en otros países de estructura federal. De hecho, han recordado que este ejercicio se pretende hacer de forma anual, lo que aportará mucha más transparencia en este sentido.
Método carga-beneficio
El Gobierno escogió un grupo de tres expertos para elaborar la nueva fórmula con la que calcular las balanzas fiscales y determinar las diferencias entre lo que cada comunidad aporta al sistema y lo que recibe. Los resultados de este trabajo se conocerán este miércoles.
Tras discutir la posible metodología, el grupo de expertos optó por el método ‘carga-beneficio’ y no el del ‘flujo monetario’, puesto que el primero tiene en cuenta quién se beneficia del gasto y el segundo sólo tiene en cuenta criterios geográficos para la imputación del mismo.