La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha procedido a retirar sorpresivamente el busto de Juan Carlos I que presidía desde 1976 el salón de plenos del Ayuntamiento. Son los nuevos ‘Guardias Rojos’, los populistas inconoclastas que barren con la simbología del ‘régimen’.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha defendido la decisión de retirar el busto de Juan Carlos I del salón de plenos, del Ayuntamiento y ha argumentado que se ha tomado para cumplir con «la normativa vigente», ya que dejó de ser Rey el año pasado.
En declaraciones a los medios en el Parlament, donde ha acudido a seguir del debate sobre una ILP de pobreza energética y desahucios, no ha aclarado si ahora pondrán un busto del Rey Felipe VI argumentando que no tiene todos los «detalles» de la medida.
Cal recuperar la memòria i els valors republicans, això també comença per revisar símbols fora i dins de l’Ajuntament pic.twitter.com/aVhZs8LeZk
— Barcelona en Comú (@bcnencomu) julio 23, 2015
Colau ha defendido que la medida es mucho más amplia que retirar al busto, y ha destacado que se procederá a una revisión de la simbología de la ciudad, ya que la monarquía está «sobrerrepresentada» y, a su juicio, no se reflejan otros símbolos de la tradición local como el republicanismo.
.@G_Pisarello «Somos un gobierno con convicción republicana, creemos que hace falta recuperar esta cultura y estos valores»
— Barcelona en Comú (@bcnencomu) julio 23, 2015
El anuncio lo ha hecho el primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello durante la presentación del inicio de un proceso de revisión de la simbología e iconografía monárquica en el seno del Ayuntamiento y afecta también a los bustos de los abuelos del Rey Felipe VI, don Juan y doña Mercedes de Borbón.
Pisarello ha escrito en Twitter que «la monarquía es una institución constitucional, pero una anomalía en términos democráticos» y que «hay que recuperar la memoria y los valores republicanos, esto también empieza por revisar símbolos fuera y dentro del Ayuntamiento».