Tras la retirada del busto del Rey Juan Carlos I del salón de plenos en el Ayuntamiento de Barcelona el pasado 23 de julio de 2015, las críticas han sido masivas y se siguen sucediendo. La medida forma parte de una revisión de la presencia de la Monarquía en los edificios municipales y las calles de la ciudad y una revisión de la iconografía monárquica que está llevando a cabo la alcaldesa de la ciudad condal, Ada Colau.
Colau apeló a las «profundas convicciones republicanas del ayuntamiento» como argumento de la decisión de retirar el busto del Consistorio insistiendo en que su permanencia es «una anomalía» debido a que no es el actual jefe de Estado.
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, y el comisionado para la Memoria Histórica, Xabier Domènech, afirman que «hay una sobredimensión simbólica de la Monarquía que contrasta con una infrarrepresentación de otras tradiciones ciudadanas más propias de la urbe.»
Gerardo Pisarello: Barcelona tiene una larga tradición republicana que no está suficientemente reconocida por razones ajenas a la ciudad, que tiene un Gobierno municipal de fuertes convicciones republicanas en valores o en la justicia social, que cree que la Monarquía es una institución constitucional pero que presenta anomalías democráticas y que ve una clara sobre representación iconografía monárquica.
El representante del PP en el Consistorio, Alberto Fernández-Díaz, calificó el acto de «escarnio a la monarquía de una ciudad que le debe mucho a Juan Carlos, como los Juegos Olímpicos». «La extrema izquierda y los independentistas se unen contra la monarquía: reprobable.» Alberto Fernández, y la concejal Àngels Esteller, colgaron un imagen de Felipe VI en el lugar donde se encontraba el busto de su padre, que fue retirado pocas horas después.
La vicepresidenta del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, exigió a Colau que respete la contribución de Carlos I a la democracia, advirtiendo de que el Gobierno intervendrá en el caso si no hay un busto del actual monarca en el salón del Ayuntamiento.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo ha considerado una «tremenda mezquindad» la decisión del Ayuntamiento.
El ex alcalde Xavier Trias ha considerado «una pantomima» quitar la imagen del anterior monarca «con nocturnidad y sin debatirlo.»
La presidenta del grupo municipal de Ciutadans, Carina Mejías «esta casa es la de todos los barceloneses, no la suya.»
La periodista Isabel San Sebastián ha escrito una magnífica columna en el diario ABC titulada ‘Mucho más que un busto’, este lunes 27 de julio de 2015, en la que ensalza que el significado de la estatua era «mucho más que una estatua de bronce»:
Ada Colau aplica a su nueva faceta de alcaldesa la misma lógica seguida en su etapa de «okupa» y acata únicamente aquellas las normas coincidentes con su peculiar sentido de la «justicia», tal como advirtió que haría.
El movimiento antidesahucio que gobierna Barcelona se declara republicano y lo demuestra, respaldado por cuantos comparten esa militancia, rehusando otorgar al Rey el lugar y el papel que le atribuyen la Constitución Española.
Para San Sebastián la retirada del busto de Juan Carlos I es «un desafío abierto al marco jurídico vigente». La alcaldesa de Barcelona «se fuma un puro con la ley» y «no pasa nada. Le sale gratis».