Artur Mas se 'hace el sueco' con la mordida del 3% y acusa al Estado español de 'jugar sucio'
La respuesta más contundente registrada en la encuesta de NC Report que publicaba ‘La Razón’ este 6 de septiembre de 2015, tres semanas antes de las elecciones autonómicas catñanas, es la correspondiente a la pregunta de si cree que Cataluña debe tener un estatus especial en la Constitución española, pues el 80,1% del cuerpo electoral español dice no.
Porcentaje tan elevado debería dejar zanjada la cuestión y confirmar a los dos principales partidos nacionales en la senda constitucional de no ceder ante el chantaje que supone la amenaza de una imposible independencia (Artur Mas intenta replicar a Felipe González con una carta en plan víctima a los ‘españoles’ ).
En todos los segmentos de edad se registra una respuesta clara de rechazo de privilegios a Cataluña; entre los menores de 45 años el porcentaje se aproxima a las tres cuartas partes del censo, para incrementarse varios puntos por encima del 80% entre los electores mayores de 44 años (El Ministerio del Interior insta a Artur Mas a revelar quién ‘sopló’ a CDC que llegaba la Guardia Civil a registrar).
Por el contrario, los que están dispuestos a discriminar positivamente a Cataluña y dejar constancia de ello en la Constitución representan sólo el 16,6% de los ciudadanos. Proporción que crece entre los menores de 45 años, que supera el 21%, para bajar al 13,9% en el segmento de 45 a 64 años y caer aún más entre los mayores de 64 años, con tan solo el 10,8% (Artur Mas se ‘hace el sueco’ con la mordida del 3% y acusa al Estado español de ‘jugar sucio’).
La soberanía nacional reside en el pueblo español, como reza en el artículo 1 de la Constitución española de 1978, por lo que el pueblo de España es el titular de la soberanía y, por tanto, de la legitimidad de los poderes del Estado, y en la pregunta relativa a si el futuro de Cataluña lo deciden los catalanes en solitario o compete también a todos los españoles, la respuesta es del 69,8% a favor de los que consideran que deben opinar todos los españoles y no sólo los residentes en Cataluña, mientras que el 22,8% cree que sólo se debería escuchar a los catalanes.
Los que consideran que es una decisión de todos los españoles representan el 57,8% entre los menores de 30 años, el 68% en el segmento de 30 a 44 años y superan el 70% entre los mayores de 44 años.
Por lo tanto, ni PP ni PSOE pueden sentarse en ninguna mesa de negociación, pues lo que se propone por parte de los separatistas es hacer saltar por los aires la Constitución y en un Estado de Derecho siempre se aplica la Ley.
Dos de cada tres españoles no concibe España sin Cataluña. Entre los más jóvenes esta idea no alcanza el 50%, pero que a medida que avanza la edad de los ciudadanos se dispara el porcentaje de los que no se imaginan nuestro país cercenado: 64,4% en el segmento de 30/44 años, 69,6% en el tramo de 45/64 y 77,5% entre los mayores de 64 años.
La mayoría también secunda la reforma exprés del Tribunal Constitucional que permitirá suspender a Mas si, como consecuencia de su alocada carrera a ninguna parte, acaba violentando la Constitución con una declaración de pretendida independencia. Concretamente el 61,7% es favorable a tal medida, frente al 23,1% que no está de acuerdo con esta reforma (Cameron a Artur Mas: «Cataluña tendría que hacer cola para entrar en la UE si se independizará de España»).
El modelo territorial que cuenta con mayor consenso es el actual Estado de las Autonomías. Prácticamente la mitad de la ciudadanía prefiere su mantenimiento como se encuentra en la actualidad, representando el 47,6% del censo, siendo también mayoría en cada segmento de edad.
Les siguen a distancia con el 24,2% los favorables a aumentar los niveles competenciales de las actuales autonomías, mientras que el 12,8% opina todo lo contrario y es favorable a una recentralización. Un minoritario 7,3% rechaza el actual modelo y es favorable a la autoderminación.
Tampoco se libran los separatistas catalanes de la crítica del conjunto de los españoles por intentar tapar los casos de corrupción envolviéndose en una pretendida enseña nacional catalana.
El 73,6% de los ciudadanos creen que Mas instrumentaliza los símbolos para desviar la atención de los ciudadanos del gravísimo problema de corrupción que afecta al partido del president, con sus sedes embargadas cuando no objeto de registro policial.
De hecho el 82,7% de los encuestados, tras las explicaciones de esta semana ante el Parlament, no cree a Mas. Únicamente el 5,9% de los españoles se muestra convencido de la honorabilidad del Molt Honorable Senyor.
Tras tres años de desafío separatista, los españoles se muestran convencidos de que la Generalitat catalana fomenta el odio hacia España. El 63,8% de los ciudadanos así lo afirma y en todos los grupos de edad es la respuesta mayoritaria.
Finalmente el 76,3% de los ciudadanos considera que el desafío separatista acabará fracasando, al estrellarse contra los gruesos muros de la Constitución.