El objetivo es presentar el proyecto «más participativo posible» basado en 20 ideas estratégicas de la ciudad para desarrollar hasta el año 2022.
Las dos líneas obligatorias que deberá contener el proyecto son: reducción de carbono y apoyo a la regeneración física y social. Además, hay otras dos de carácter voluntario pero que dan valor al proyecto y, de incluirlas, se obtendría mayor puntuación.
Son el fomento de la administración electrónica y smart cities y la mejora del entorno urbano para la puesta en valor de patrimonio cultural y la puesta en valor y la mejora del medio ambiente urbano.
Según explicó la portavoz del equipo de Gobierno, Burgos incluirá las cuatro para tratar de conseguir la mayor puntuación. A Castilla y León, le corresponden 38,5 millones de euros de subvención