El empresario, condenado a dos años y medio de cárcel por un delito contra el patrimonio histórico

Multa de 25 millones a Vitorino Alonso, el ‘rey de la mina’, por destruir un yacimiento neolítico

Multa de 25 millones a Vitorino Alonso, el ‘rey de la mina’, por destruir un yacimiento neolítico
Victorino Alonso. EP

Fue compañero, brevemente de Mariano Rajoy cuando el actual presidente del Gobierno iba de externo a los Jesuitas de león. Y pesa sobre Vitorino Alonso una leyenda casi siniestra, que incluye su condición de organizador de casi todas las huelgas mineras que se han montado en España en los últimos años.

No porque sea sindicalista o esté muy preocupado por los obreros, sino porque las ve como un instrumento ideal para presionar a la autoridad competente a la hora de sacar subvenciones.

Pues esa leyenda se agranda. En 2008 se descubrió que la Cueva de Chaves, un yacimiento arqueológico aún poco estudiado situado en Casbas (Huesca), había sido destruido para construir abrevaderos para cabras en un coto de caza relacionado con el magnate minero Victorino Alonso.

El daño en uno de los yacimientos neolíticos más importantes de la Península Ibérica era incalculable.

Nueve años después y tras una larga y complicada instrucción, un juzgado acaba de dictar una sentencia histórica para la protección del patrimonio: condena a Victorino a dos años y medio de cárcel y a pagar una indemnización de 25,5 millones de euros.

El yacimiento de la Cueva de Chaves, de unos 3.000 metros cuadrados de superficie, fue descubierto en los años 70 y, desde entonces, solo una pequeña zona de unos 110 metros cuadrados había sido estudiada en campañas arqueológicas todos los veranos. Era difícil avanzar más por la presencia de grandes y pesadas losas que suponían un peligro para los investigadores.

En octubre de 2007, sin que nadie se enterara, ni la Dirección General de Patrimonio Cultural de Aragón ni ningún arqueólogo, Alonso ordenó a los operarios que vaciaran las losas y los sedimentos de la cueva, que nivelaran el suelo y que colocaran comederos y abrevaderos para la cría de cabras. Una enorme retroexcavadora empezó a vaciar la zona de la cueva en la que se veían perfectamente los restos de las excavaciones arqueológicas. Alonso también dio instrucciones, según los hechos probados de la sentencia, para que con el material extraído se construyera un dique de contención de aguas cercano a la cueva.

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