Íñigo Urkullu es ya oficialmente el nuevo lendakari del Gobierno vasco. Tras no recibir la tarde del miércoles el apoyo de más de la mitad del Parlamento, el dirigente nacionalista ha logrado este 24 de noviembre de 2016 salir investido en segunda ronda gracias a los nueve parlamentarios del PSE, que le han permitido obtener la mayoría simple.
En total, Urkullu ha conseguido 37 votos, mientras que Maddelen Iriarte, la candidata de EH Bildu, solo ha conseguido los 18 de su propia formación. Ni Podemos (11 escaños) ni PP (9) han votado a favor de ningún aspirante.
De esta forma, jeltzales y socialistas se pondrán desde hoy a los mandos de un Ejecutivo falto de apoyos que necesitará negociar con terceras fuerzas para gobernar.
El nuevo lendakari jurará el cargo el próximo sábado en las Juntas de Guernica.
Camino hacia el autogobierno
Nada más ser reelegido, el dirigente del PNV ha reiterado su intención de cumplir con el programa pactado con el PSE, que incluye un apartado entero dedicado a la búsqueda del autogobierno.
Además, ha puesto en valor «con toda humildad» que el «diálogo y el acuerdo van a ser imprescindibles» durante los próximos cuatro años.
«Serán cuatro años fundamentales en los que todos los partidos tendrán mi mano tendida para unir fuerzas al servicio de Euskadi. Hemos presentado un programa concreto y completo que me comprometo a cumplir fielmente».
La hoja de ruta que seguirá la coalición durante los próximos cuatro años, que fue aprobada por unanimidad por respectivos órganos soberanos de ambos partidos, tiene como base cuatro ejes: empleo y desarrollo, servicios públicos, paz y convivencia y la puesta en marcha de la llamada «agenda vasca», que tiene como fin último la ruptura de las relaciones con el Ejecutivo central.
En este sentido, EH Bildu se ha posicionado en las últimas semanas como el socio potencial de la nueva coalición para impulsar la deriva soberanista. De hecho, la candidata abertzale volvió a insistir en que, pese a las diferencias que los separan, los raciales están dispuestos a tender su mano hacia el PNV para conseguir una nueva denominación de la Comunidad Autónoma.
