Son las imágenes de la vergüenza. Más allá de cualquier posición política, mucho hay que reflexionar para llegar a alguna conclusión que explique como una persona como Arnaldo Otegi pudo darse tal baño de masas en su visita a Cataluña–El colmo de la Diada independentista es cuando aparece Otegi: «¡un terrorista poniendo florecitas!»–.
El actual líder de Bildu ha pasado varios días en Cataluña para apoyar el ‘procés’. Fue invitado a TV3 en loor de multitudes y después acudió al homenaje floral durante la Diada del 11S–Jiménez Losantos entierra a los golpistas: «El plan del etarra Otegi y del comunista Pablenin, de ‘Cochomocho’ y de La Rahola es la destrucción de España»–.
Un pueblo que abraza a un terrorista que mató a su pueblo, es un pueblo podrido. Y además, imbecil.
— Alfonso Ussía (@alfonso_ussia) 12 de septiembre de 2017
Y allí, como pueden verse en vídeos y fotografías, fueron decenas y decenas de personas las que quisieron tomarse una foto con él como si de un futbolista o un famoso actor se tratara– Más bajo que TV3 ya no se puede caer–.
Los que se han hecho el selfie con Otegi deben ser los mismos que aplauden a Messi en la puerta del juzgado.
— Dabi (@biridibaba) 13 de septiembre de 2017
Y pensar que esa gente llegará feliz a su casa porque se ha hecho un selfie con Otegi. Pero a quién le puede hacer ilusión? Qué dolor. https://t.co/yl2EFkaYaT
— Álvaro (@_elmister) 12 de septiembre de 2017
De reconocer el papel de Otegi en el proceso de paz de Euskadi a querer hacerse un selfie con él hay eones de distancia. Fue miembro de ETA.
— Angel @linkk (@linkk_81) 12 de septiembre de 2017
Me hago un selfie con Otegi porque soy extremadamente gilipollas.
— K.Carabaj© (@KedCarabaj) 13 de septiembre de 2017
Increíble!!! Han convertido en una estrella a un tipo que estaba n una banda que asesinaba españoles y… sisi, también catalanes
— Seven (@seventyreaction) 12 de septiembre de 2017
Palmadas, abrazos, sonrisas…y que no falte el selfie para inmortalizar el recuerdo.
Qué poca memoria tienen algunos, sobre todo por qué no ha pasado nada de tiempo desde que la banda ETA, la misma de cuyo brazo político era el jefe Otegi, que se encargaba de hacer escarnio de las familias de las víctimas con una chulería impune cada vez que había un atentado, mataba y asesinaba en Cataluña. La misma tierra en la cual una parte de la sociedad le recibe con los brazos abiertos.