Tres máquinas fueron ubicadas en la sala de Inteligencia de su sede principal cinco meses antes del 1-O.
El líder del PP catalán, Xabier García Albiol, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, son algunos de los políticos a los que una unidad de inteligencia de los Mossos d’Esquadra hizo seguimientos.
Los agentes que hicieron estas labores pertenecían a la Unidad Central de Respuesta Operativa (UCRO), una unidad «muy selecta» que se integra en la Comisaría de información de los Mossos d’Esquadra, han indicado las mismas fuentes, que han explicado que para ello usaron una doble identidad, algo habitual para realizar labores de información.
Los Mossos d’Esquadra implantaron en su sede central una instalación informática para espiar y no ser espiado cinco meses antes del 1-O.
En lugar de emplear las conexiones oficiales de la red de la Generalitat para su acceso a Internet, el departamento de Inteligencia de la policía autonómica solicitó la instalación de tres ordenadores «con línea directa de ADSL o fibra con sus routers respectivos» que permitan «una conexión directa abierta a la red internet».
Es decir: tres máquinas que estuvieran fuera de los protocolos de seguridad de la propia Administración central y cuyas conexiones no apuntaran a la institución pública.
La Policía Nacional ha hallado pruebas de estos seguimientos de los documentos que le fueron incautados el pasado 26 de octubre -un día antes de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI)- a los Mossos cuando los intentaban quemar en una incineradora.
Los documentos demostrarían que los agentes del cuerpo autonómico realizaron seguimientos a dirigentes del PP en Cataluña y les vinculan con labores de protección del referéndum del 1-O, pese a que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) les ordenó impedir la votación.
Entre esa documentación que pretendían destruir, la Policía Nacional también halló archivos relacionados con la extinta agencia de detectives Método 3, que elaboró centenares de informes sobre los principales personajes de la vida política, económica y social de Cataluña a petición de sus clientes.
La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que instruye la parte del caso que afecta a los Mossos y otros «colaboradores» del procés en la que está imputado el exjefe de esta policía autonómica Josep Lluis Trapero, está esperando el informe policial que detalle el contenido de las cajas llenas de dichos documentos.
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