En la Cúpula del Milenio de la ciudad castellana

Pedro Sánchez exhibe músculo en Valladolid con el apoyo del PSOE de Castilla y León

1700 asistentes al acto arropan al ex secretario general

Pedro Sánchez exhibe músculo en Valladolid con el apoyo del PSOE de Castilla y León
Pedro Sánchez en un mítin en Valladolid (PSOE). PS

Pedro Sánchez ha conseguido uno de sus primeros objetivos este sábado 18 de febrero de 2017 en la Cúpula del Milenio de Valladolid.

Desde la puesta en escena de Patxi López los secretarios autonómicos afines le habían dado de lado a favor del vasco.

Luis Tudanca era uno de ellos, los días anteriores al mitin se especuló sobre su presencia en él, finalmente y gracias al empuje de Óscar Puente, alcalde de Valladolid, Tudanca fue de los primeros cargos en entrar al mitin, según cuenta Óscar Gutiérrez desde ‘El Economista’.

Aunque se negó a hacer declaraciones a este medio entre otros, su presencia con diversos cargos de su ejecutiva desequilibra la balanza indirectamente al apoyo a Pedro Sánchez desde el PSOE de Castilla y León, a partir de este encuentro que reunió además de a los militantes, a diversos cargos orgánicos del partido en la comunidad.

A este apoyo orgánico hay que unir el de la militancia. 1700 personas llenaron la Cúpula de Milenio. Todo estaba planeado, si entrabas hora y media antes al lugar como hicimos podrías ver que los carteles del #Noesno o las banderas con los símbolos del PSOE y Castilla y León estaban distribuidos por los asientos, las cuales luego harían las delicias de los más pequeños. Además diferentes voluntarios paraban a hablar a todos los asistentes para animarles a afiliarse y votar en las primarias.

Una de las preguntas que se suelen hacer de estos mítines es quien los paga, ante nuestras preguntas los voluntarios de la campaña decían que vendían diferentes objetos de merchandising, como las pulseras rojas con el lema #Somossocialistas y que se planteaba pagar todo con pequeñas contribuciones, alejados de la influencia de los poderes económicos. De la misma manera trataban de organizar los autobuses, mientras que por ejemplo en la precampaña de Susana Díaz con el acto en Madrid se pusieron autobuses gratis en este caso cada militante se pagó el viaje.

Pedro Sánchez llegó andando con diversos cargos afines como la diputada Adriana Lastra o el secretario del PSOE en Valencia José Luis Ávalos por el puente de Isabel la Católica hasta la Cúpula. Ante los cámaras se dio un fuerte abrazo con Óscar Puente, que durante estos meses ha sido uno de los cargos oficiales que más le ha apoyado. Su entrada en la Cúpula supuso una explosión planificada del color rojo, con los militantes en pie aplaudiendo y las banderas hondeando mientras resonaba el No es No y gritos con el nombre del exsecretario general.

Sentado todo el mundo comenzó el mitin Javier Izquierdo, el Secretario del PSOE en Valladolid. Su intervención dejo claras varias claves del desarrollo del mitin como la repetición de las palabras ilusión o izquierdas y los aplausos de rabia de los militantes ante las referencias de haber dejado gobernar a la derecha. Lo siguió Teresa López, alcaldesa del municipio vallisoletano Medina del Campo que se posicionó durante ante la falta de liderazgo de la gestora.

El primer gran aplauso vino de la mano de Iratxe García, el rostro vallisoletano de los antiguos dirigentes del PSOE de Pedro Sánchez con el que presidió la Delegación Socialista Española en la Unión Europea hasta su dimisión a consecuencia del famoso Comité Federal el 1 de octubre. Se notaba claramente el cariño y el feeling entre los simpatizantes socialistas de la ciudad y su dirigente. Iratxe respondió emocionada y ante las referencias al pasado pidió hablar del futuro para volver a ser de izquierdas, pero sin parecerse al «populismo» de Podemos.

Y de una socialista vallisoletana a otro, en este caso Óscar Puente, actual alcalde de Valladolid. Ante sus afiliados y simpatizantes el alcalde cómodo insufló de ánimos a su candidato y preparó la carga contra todos. Empezó revelando que un miembro de la Gestora le había preguntado porque «se complicaba la vida» apoyando a Pedro Sánchez ante lo que respondió que estaba en el ADN socialista complicarse la vida para «facilitársela a otros». Hizo varias referencias a diferentes cargos del partido para intentar explicar que hay un «PSOE desconocido», de gente que no sale en la tele, mientras que salen otros como el actual concejal de Madrid Miguel Ángel Carmona.

Acusó a los críticos con la gestión de Pedro Sánchez explicando que por ejemplo habían doblado las capitales de provincia conseguidas de 9 a 18 y triplicado de 2 a 7 los gobiernos autonómicos. Hubo más pullas contra el nuevo sector oficialista de Susana Díaz, desde las críticas al acto con alcaldes que hizo la presidenta andaluza para su gloria personal a las reverencias del presidente de Aragón Lamban al liderazgo de Díaz. Zapatero fue criticado también en las palabras del alcalde aunque sin nombrarle por haber pasado de «apoyar el estatut de Cataluña» y «tildar de socialdemócrata a Pablo Iglesias» a «obligar a los militantes del PSC a inscribirse en el censo para votar en las primarias» y apoyar a Susana Díaz. Puente se puso de ejemplo para reivindicar una forma de gobernar de izquierdas.

Cuando Pedro Sánchez se subió al escenario, el público alcanzó su punto álgido de emoción. El exsecretario general quiso agradecer la presencia de los representantes de las plataformas de militantes y de los diversos cargos orgánicos del partido. La coordinación y sintonía con sus militantes se hizo notar a lo largo de su intervención. En cada referencia ante los últimos meses se podía ver en la cara de los militantes dolor por su partido, por lo que respondían coreando su nombre o el lema del #Noesno, lema que Pedro Sánchez definió como una «nueva forma de hacer política» como una fuerza autónoma, que «vota No a Rajoy». El propio Sánchez quiso explicar que el #Noesno tiene proyecto político, con las referencias de que supone dejar las políticas de derechas. Ante la explicación de cada una de las medidas que suponía, los militantes respondían asistiendo con la cabeza, por ejemplo, a una maestra le salió un «por favor» socorrido ante la promesa de derogar la LOMCE.

El exsecretario general quiso mostrarse conciliador, siendo consciente del peso de sus palabras quiso dejar claro «que sería el Secretario General de todos», en un intento de bajar el miedo que se pudiera interpretar desde su fuera a su candidatura. Además, se opuso a la unidad de «una candidatura única» pidiendo que la unidad debería ser «con los militantes» y no con la derecha.

Pedro Sánchez quiso explicar sus objetivos para volver a liderar el partido y dejo referencias desde a Patxi López, prefiriendo polarizar con Susana Díaz porque «candidaturas hay muchas pero solo hay dos modelos de partido» a la política antiinmigración de Trump que «confunde a muchos sirios con terroristas» como hacen también «varios dirigentes del PP».

En estas referencias a reencontrase con el ADN socialista quisieron reflejarlo en la música. Al final del mitin la Cúpula del Milenio se levantó para cantar, con el puño en alto, la canción de la Internacional en una entonación sentida y emocionada. Entre los corrillos de los simpatizantes posteriores al mitin se debatía de política. Un grupo de señoras se lamentaba de que hubiera perdido Errejón en Podemos, el que les parecía «muy coherente e inteligente como Pedro» y culpaban a Iglesias de que Sánchez no fuera presidente ahora.

Un votante socialista de Valladolid, David, aseguraba emocionado que Pedro sería «el próximo presidente» poniendo de ejemplo «el gran apoyo que había tenido hoy en Valladolid». Cada uno de los buses se fue marchando después dejando tras de sí, una nueva jornada más hecha de las primarias socialistas.

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