Su sombra es alargada, y de nada les sirve a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras tratar de huir de ella bajo el abrasador sol que marca a fuego su devenir político, y que amenaza con derretirlos. Jordi Pujol, el del árbol que no debe moverse para que no se caigan todas las ramas, es un pájaro de mucho cuidado y se las sabe todas.
Enredado en los tribunales con graves problemas de corrupción que afectan a toda su familia, hizo de tripas corazón y se fue este domigo 1 de octubre de 2017 junto a su mujer a votar tan campante.
El PdECAT, como los medios públicos al servicio del Govern, estaban ojo avizor, y trataron de evitar que se difundiera una de las imágenes más dañinas para el secesionismo: la del matrimonio Pujol-Ferrusola a pie de urna.
#CatalanReferendum #JordiPujol #associacioServiol pic.twitter.com/nfG37ouWJx
— Associació Serviol (@jordipujolsoley) 2 de octubre de 2017
Pero este lunes ha sido la Asociación Serviol, que publica periódicamente reflexiones y artículos del expresidente catalán, la que ha aireado la imagen de Jordi Pujol y Marta Ferrusola en una mesa de un colegio electoral a punto de introducir su papeleta. La citada asociación lo ha hecho en su cuenta de Twitter:
Algunos usuarios de las redes sociales no han desaprovechado la oportunidad de recordar el pasado más oscuro del expresidente de la Generalitat:
Jordi Pujol ya ha reclamado el 3% de la organización del referéndum.
— AlfOnso (@AlfonTW) 1 de octubre de 2017
Según recuerda ‘EsDiario‘, este pasado viernes se conocieron nuevas revelaciones de las andanzas del matrimonio Pujol-Ferrusola, que operaban en la red bancaria internacional con el sobrenombre de la Sagrada Familia. Según el diario El Mundo, el primogénito del clan, Jordi Pujol Ferrusola, ordenó a su gestor dos operaciones el 20 de julio de 1994 que fueron tramitadas bajo el referido pseudónimo religioso, según acredita la nueva documentación aportada por las autoridades andorranas a la Audiencia Nacional.
Esta no es la primera vez que la familia Pujol emplea un lenguaje religioso en clave para ocultar sus movimientos bancarios en el Principado. Marta Ferrusola se hacía pasar ante la banca andorrana como la madre superiora de la congregación.