Según una encuesta de Sigma Dos para ‘El Mundo‘, el 21 de diciembre de 1987 podría poner punto y final de manera abrupta a cinco años de proceso soberanista.
De celebrarse ahora esos comicios, ERC, el PDeCAT y la CUP sumarían como mucho 65 diputados, tres menos de los 68 que marcan la frontera de la gobernabilidad y siete menos de los que tienen hoy.
Es importante reseñar que la encuesta se hizo entre el 23 y el 26 de octubre -antes de que el Parlament afirmara que Cataluña es un Estado independiente y de que el Gobierno de España tomará las riendas-, y con una muestra de sólo 1.000 entrevistas.
En cualquier caso, deja abierta la puerta a un vuelco en la política catalana y abre multitud de nuevos escenarios. Incluido el de que Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña, acceda a la presidencia de la Generalitat.
Esquerra Republicana ganaría por primera vez en solitario unas elecciones, con el 26,4% de los votos y entre 41 y 43 escaños.
El resultado sería histórico para el partido de Oriol Junqueras, pero el descalabro del PDeCAT y la CUP impediría que los independentistas reeditaran su mayoría absoluta en el Parlament, a menos que Podemos, cada vez más en precario, acuda en su auxilio como algunos vaticinan.
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