Josep Rull ha pasado esta mañana de 30 de octubre de 2017 de ser un delincuente por golpismo a serlo también por usurpación de funciones públicas y por desacato, además de confirmarse como un provocador.
O al menos esa era su idea, porque apenas unos minutos después de la provocación se ha marchado de su puesto de trabajo.
El conseller de Territorio y Sostenibilidad del gobierno de Cataluña, despedido fulminantemente por el gobierno de España en base a lo que le permite el artículo 155 de la Constitución, se ha plantó a trabajar en su despacho como, según sus propias palabras, ‘ministro de la República catalana’.
Al despatx, exercint les responsabilitats que ens ha encomanat el poble de Catalunya. #seguim pic.twitter.com/npc6vFH0rB
— Josep Rull i Andreu (@joseprull) 30 de octubre de 2017
La foto en Twitter colgada por el propio provocador Rull se acompaña además de una suerte de brigadas ciudadanas de defensa y resistencia apostadas en las puertas de la Consejería, que sin embargo ni se inmutaron nada ante la entrada en el edificio de los Mossos a avisar al conseller de que debía abandonar su puesto.
No hay que olvidar que apenas unas horas antes llegó la primera provocación de Rull, reconociendo que acudiría a trabajar a su despacho en la mañana de lunes como ‘ministro de la República catalana’. El golpista se tiene a sí mismo en demasiada alta estima. Pero al final todo esto quedó en un simple chuleo que no secundó nadie más del govern.
I així tots el Ministres de la República! @joseprull pic.twitter.com/OdUTgHnFtp
— Pere Grau Valls (@PereGrauV) 28 de octubre de 2017