Entrevista en El Mundo al expresidente de la Conferencia Episcopal Española

Rouco Varela sacude un rosario de ‘hostias’ al obispo independentista de Solsona

"El independentismo no es conciliable con la conciencia católica rectamente formada"

Rouco Varela sacude un rosario de 'hostias' al obispo independentista de Solsona
Rouco Varela y el separatista obispo de Solsona. PD

El mantenimiento del orden constitucional garantiza el bien común, y guardar el bien común es un deber moral para los ciudadanos

Claro y directo. El que fuera presidente de la Conferencia Episcopal Española y actualmente cardenal arzobispo emérito de Madrid, Rouco Varela, ha hablado sin tapujos sobre el independentismo y la deriva separatista que han tomado algunos obispos y sacerdotes en Cataluña.

En una entrevista de Emilia Landaluce este 9 de diciembre en El Mundo, Varela afirma que lo del 1-O, recontando votos en las iglesias, es algo que está fuera de las normas que deben regir en la institución católica:

Creo que la comunidad eclesial en Cataluña ha mantenido y mantiene básicamente la doctrina de la Iglesia sobre la relación de la persona con el Estado, con la comunidad política. Los estados no existen abstractamente, sino concretamente. Y en el fondo, todos son prácticamente frutos de la historia.

Desde este punto de vista creo que la doctrina de la Iglesia respecto a ese hecho (lo que tiene de hecho moral) ha sido respetada. Puede haber excepciones. Puede haber hasta grupos que pudieran apartarse de esa línea, pero a mí no me consta que en general los que ejercen la responsabilidad doctrinal última, o penúltima, (que la última la tiene el Papa) hayan enseñado una doctrina en contra de lo que es la doctrina de la Iglesia al respecto.

Que ha habido quien, por ejemplo, ha colocado urnas en una iglesia. Pues eso está prohibido por el Derecho Canónico, por el ordenamiento jurídico de la Iglesia. Para empezar, se trata de un uso profano de un lugar sagrado. Y en este caso, además, implica una actuación que choca con las obligaciones de la Iglesia de respetar el orden jurídico legítimo y legítimamente establecido. Y lo mismo podría aplicarse a los colegios concertados religiosos que participaron en el 1 de octubre.

Recuerda que la unidad de España, por encima de todo, es un bien moral:

Esa doctrina no se ha cambiado. La nota de la Comisión Permanente y la intervención del señor cardenal arzobispo presidente [Ricardo Blázquez] en su discurso inaugural de la última Asamblea Plenaria no contradicen la doctrina que la Conferencia ha expuesto en dos documentos (de 2002 y 2006) que, por lo demás, revisten la misma autoridad que cuando fueron aprobados y son de actualidad: el de las causas y consecuencias del terrorismo y el de orientaciones morales ante la situación actual de España.

Y detalla que:

Reconociendo en principio la legitimidad de las posturas nacionalistas verdaderamente cuidadosas del bien común, se hacía una llamada a la responsabilidad respecto del bien común de toda España que hoy es bueno recordar. Ninguno de los pueblos o regiones que forman parte del Estado español podrían entenderse tal y como son hoy si no hubieran formado parte de la larga historia de unidad cultural y política de esa antigua nación que es España.

Propuestas políticas encaminadas a la desintegración unilateral de esta unidad nos causan una gran inquietud, por el contrario, exhortamos encarecidamente al diálogo entre todos los interlocutores políticos y sociales. Se ha de perseverar el bien de la unidad, al mismo tiempo que el de la rica diversidad de los pueblos de España.

Alaba la aplicación del artículo 155:

El mantenimiento del orden constitucional garantiza el bien común, y guardar el bien común es un deber moral para los ciudadanos, para todos los que forman parte de una comunidad política. Desde esta perspectiva, el presidente de la Conferencia Espiscopal fue muy concreto al aludir a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.

Y palo para el obispo de Solsona por tirarse de hoz y coz en el fango de la independencia:

  • Un católico sigue las exigencias de la conciencia moral, en la que el valor de la justicia y el valor de la caridad ocupan un lugar central. No puede concluir afirmándose independentista, en el sentido de lo que explican los dos documentos de la Conferencia Episcopal Española.
  • No debe actuar rompiendo la unidad de una forma unilateral. Si se concibe, pues, el independentismo rigurosamente, es decir, como una forma de romper, en este caso, la unidad de España o de cualquier país unilateralmente, no es conciliable con la conciencia católica rectamente formada.
  • Y con respecto a España, hay incluso razones adicionales, podríamos decir, que tienen que ver con los rasgos más hondamente característicos de su historia, que refuerzan moralmente este juicio. En cualquier hipótesis, mi respuesta vale para cualquier estado.
  • No puede ser que una parte de los ciudadanos, de una parte de un estado legítimamente constituido, quiera romper unilateralmente la unidad de la comunidad política. No lo deben hacer si viven cristianamente. Si viven su vida desde el punto de vista moral y desde el punto de vista espiritual y religioso, en clave de conciencia cristiana, de conciencia católica.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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