Ahí les tienen. Cientos de manifestantes han roto el cordón policial y se han apostado a escasos metros de la sede del Parlament, en la Ciudadela, Barcelona.
¿El grito de guerra? Uno que nunca falla: «prensa española, manipuladora«. Algunos de ellos portaban caretas del omni-no-presente Carles Puigdemont y también han coreado consignas en favor de la TV3 de Vicent Sanchis, al que la oposición ve como una especie de ‘comisario político’ del movimiento independentista.
Les guiaban espiritualmente las palabras de Gerard Piqué: «los resultados electorales no están siendo respetados«, se quejó el central del Barça.
Desde que Roger Torrent, presidente del Parlament, ha comunicado el aplazamiento de la investidura, algo que las facciones más exaltadas de JXCAT (si es que alguien se puede exaltar cuando milita en un partido burgués, reaccionario y asolado por innumerables casos de corrupción que intentan evitar cambiándole el nombre a la formación día sí día también) y la CUP (esos ya vienen exaltados de fábrica) han defendido que el pleno se celebre ya mismo, día 30 de enero de 2018, muchos manifestantes han optado por no ir a institutos y universidades ni a sus trabajos para concentrarse en el Parque de la Ciudadela y en la plaza de Sant Jaume.
La tensión ha ido in crescendo a lo largo de la tarde de este 30 de enero de 2018 y cientos de ellos han conseguido saltarse el cordón policial y situarse a pocos metros del Parlament.
Según informa elmundo.es, con banderas y gritos a favor de celebrar la investidura, se han situado a escasos metros del Parlament, sólo separados por una valla y un cordón policial.
Los manifestantes han logrado entrar tras forzar una de las puertas del parque y eludir el despliegue dispuesto por Mossos y Policía nacional, al superarles claramente en número aunque podría decirse que la policía autónomica no ha hecho valer su autoridad.
Ha habido gritos hilarantes del estilo «yo soy Puigdemont, Puigdemont, Puigdemont«. Ni que hubieran ganado un Mundial con gol de Iniesta.
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Los que se manifiestan vienen convocados y dirigidos por las asociaciones Òmnium y la ANC, que saben de sobra que resulta mucho más rentable en términos de libertades saltarse el cordón que hayan puesto los Mossos a saltar directamente sobre los coches de la Guardia Civil, idea que acabó dando con los huesos de sus dos líderes, ‘Los Jordis’, en prisión, y para más inri, madrileña.