CARMENA Y SUS CUATES DE PODEMOS

Las bandas de grafiteros asaltan el Metro de Madrid por cuarta noche consecutiva

El ataque a la estación del Hospital del Henares cierra una semana negra para las arcas del suburbano

Semana negra para las arcas del suburbano madrileño.

Una banda de grafiteros paró la madrugada del sábado al domingo 4 de noviembre de 2018 un tren de la línea 7B de Metro de Madrid en la estación del Hospital del Henares para pintarlo.

El incidente, el cuarto consecutivo que se registra en el suburbano de la capital, se produjo sobre las 1.20 horas de la madrugada del domingo. Los grafiteros, entre cuatro y cinco, pintaron unos 18 metros del tren detenido.

Ya el viernes, otro grupo grafiteros se coló por la noche en el Metro de Madrid y pintó más de 700 metros de vagones situados en el saco de trenes de la estación de Las Rosas.

Los hechos ocurrieron sobre las 22 horas del viernes en la zona en la que estacionan los trenes. Entonces, un grupo de una docena de grafiteros accedió al lugar y ensució con aerosoles una gran cantidad de trenes.

Como en otras ocasiones, actuaron muy rápido y huyeron precipitadamente del lugar. Esta vez no amenazaron ni agredieron a ningún vigilante, como sí ha pasado en actuaciones anteriores.

Con la de la madrugada del domingo ya son cuatro las noches consecutivas en las que han actuado los grafiteros en el Metro de Madrid. La más sonada fue en Halloween, cuando obligaron a un maquinista de la línea 12 a desviar un tren a una zona con más luminosidad.

El trabajador sufrió una crisis de ansiedad. Ese día también pintaron en la estación de Casa de Campo, donde rociaron a un vigilante de seguridad que grababa su actuación.

Además, el jueves por la noche, una banda de más de 15 grafiteros pintaron cinco vagones del Metro en la estación de Marqués de Vadillo tras colarse en la cabina de cola del convoy y parar los trenes accionando la alarma.

El Sindicato de Maquinistas y UGT han pedido a la empresa pública que gestiona el suburbano madrileño que aumente la seguridad en las estaciones.

También solicitaron que se cambien los sistemas de apertura de las cabinas y que los botones de llamadas de emergencia funcionen para garantizar la seguridad de trabajadores y pasajeros.

«Hay que tomar medidas para que no entren en las cabinas», sostuvo el portavoz de UGT en Metro, Teo Piñuelas.

Los sindicatos aseguran que Metro sacó plazas de técnico de seguridad hace meses y que después no les han llamado, por lo que piden que se incorporen «inmediatamente, pues la última broma puede costar hasta 30.000 euros».

Los grafiteros más clásicos han cuestionado en redes sociales las formas, los métodos y la creciente violencia ejercida por estos nuevos grupos.

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