No es precisamente una organización que nos guste mucho, pero ya era hora de que alguien pusiera pie en pared y ha sido el El sindicato ‘Manos Limpias’ quien lleva a los nefastos Comités de Defensa de la República ante la Audiencia Nacional.
Manos Limpias, que hace unos años fue muy activo en denuncias ante los tribunales, vuelve ahora a la carga con una denuncia contra estos colectivos independentistas que ahora amenazan con colapsar Cataluña, sobre todo Barcelona, el 21 de diciembre por la reunión allí del Consejo de Ministros.
La iniciativa la ha dirigido «al Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional que por turno corresponda». En el escrito presentado, Manos Limpias pide actuar «contra los dirigentes de la formación política la CUP y su brazo armado y revolucionario, los CDR». Además, señala «la complicidad de ANC [Assemblea Nacional Catalana] y la pasividad de los responsables de los Mossos d’Esquadra».
La denuncia pide a los jueces de la Audiencia Nacional que procesen a los cabecillas de la CUP y de los Comités de Defensa de la República por un buen número de delitos: organización criminal, desorden público, atentado contra la autoridad y sus agentes, y delitos relativos al ejercicio de los derechos fundamentales y las libertadas públicas y delito de terrorismo.
Manos Limpias basa su denuncia en que los CDR «vienen actuando violentamente para subvertir el orden constitucional, la paz social y la convivencia», y lo justifica principalmente en las protestas callejeras, que derivaron en disturbios, enfrentamientos con los Mossos, cortes de carreteras, boicot a los peajes en algunas autopistas…
Todo ello, a su juicio, creó los días 6 y 8 de diciembre «un clima de terror en diversas ciudades de Cataluña, quebrantando el orden constitucional y lesionando gravemente, el bien jurídico del estado de derecho y de las personas».
De ahí que Manos Limpias pida a la Audiencia Nacional que actúe ante «una organización política que trata de subvertir el orden constitucional con métodos violentos». Se refiere a la CUP, a la que considera que está realmente detrás de los CDR.
«El modus operandi es el mismo que utilizó Batasuna y la kale borroka», se puede leer en la denuncia, y se añade que «aunque todavía no hay víctimas mortales existen un riesgo más que razonable de que se produzcan».
