Un juez de Manresa ha imputado a la descerebrada de turno, que intentó cubrirse las espaldas denunciando a los padres del niño por presuntos insultos y amenazas
Les tienen una tirria que no les pueden ver. En el municipio de Balsareny, en la provincia de Barcelona, les tienen señalados desde que el pasado 2 de diciembre de 2018 les intentaron quemar la casa por tener la bandera española en el balcón. (Unos ‘indepes’ intentan quemar a una familia por colgar la bandera española del balcón).
Tendríamos que ir a todos y todas a #Balsareny, dónde han intentado QUEMAR LA VIVIENDA de unos vecinos que tenian en su balcón una bandera de España, CON ELLOS DENTRO.
NAZIS SEPARATISTAS NO!! #FelizSábado pic.twitter.com/r77gmP0FMD— TABARNIA LIBRE ?? (@OEstrach) 2 de diciembre de 2017
Y ahora la ira de los separatistas de turno se ceba en un pequeño de 8 años, hijo de Cristina y Jordi, padres de tres hijos, e inquilinos de la citada vivienda, que han visto como la única pediatra de la zona, esposa para más señas del alcalde de la población, Isidre Viu (ERC), -el mismo que ha anunciado que se propone echar de Balsareny a «los ultras de extrema derecha»-, se ha negado en redondo a atender de ahora en adelante a la criatura que tenía una fiebre de espanto.
Emotiva conversación con Cristina, una mujer con una gran fortaleza. Su familia en #Balsareny ha sufrido un terrible golpe, han intentado quemar su vivienda por tener colgada una bandera de #España en su balcón. Nos tienen a su disposición para lo que necesiten. MR pic.twitter.com/RWmcwBDvNp
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 2 de diciembre de 2017
En un primer momento, según informa ‘OkDiario‘, la doctora no se negó a atender al niño. Pero pronto la conversación derivó hacia los acontecimientos del pasado mes de diciembre, hasta que la pediatra espetó a Cristina:
«Es la última vez que atiendo a tu hijo, no lo traigas más porque no pienso volver a atenderle».
Indignada, Cristina regresó a su casa con el pequeño y telefoneó a su marido para contarle lo que había ocurrido. Jordi salía del trabajo y ambos decidieron regresar a la consulta de la pediatra para pedirle explicaciones. Esta vez, Cristina tomó la precaución de activar la grabadora de su teléfono móvil.
La conversación resultó especialmente agria y la doctora se reafirmó: la mujer del alcalde de ERC y única pediatra de Balsareny advirtió a la pareja que busque otro médico, porque no piensa volver a atender a su hijo.
Las cosas no quedaron aquí. Para cubrirse las espaldas, aquella misma tarde la doctora acudió a una Comisaría de los Mossos y denunció a los padres del niño por presuntos insultos y amenazas. Sin embargo, cuando fue llamada a declarar, Cristina aportó al juez la grabación de audio que había realizado en la consulta de la pediatra.
Si es cierto que una pediatra se ha negado a atender a un niño de 8 años por la ideología de su padre, esa tipa tendría que estar en prisión
— BarretinaParlantxina (@BaRReTiNaTioN_0) 8 de febrero de 2018
El juez pudo comprobar entonces que la doctora había mentido en su denuncia: Cristina y Jordi en ningún momento le insultaron ni le amenazaron, mientras que la pediatra se reafirmaba en su negativa a atender a su hijo. En consecuencia, el juez ha imputado ahora a la pediatra, como autora de un delito de falsa denuncia.
El orgasmo de una independentista catalana al descolgar un policía local la bandera española