«Sin mentiras la humanidad moriría de desesperación y aburrimiento«, que diría Anatole France.
Y sin mentiras, el independentismo catalán sería poco más que un rídiculo vodevil.
Han mentido a sus votantes, tergiversado el recto significado de las palabras y camuflado sus autoengaños bajo una espesa capa de propaganda populista y un nacionalismo identitario propio de otras épocas.
El pasado 24 de febrero la usuaria de Twitter Irene (@lahijadelamari) publicó este tuit:
¿No os mosquea un poco que los que hemos venido de fuera a Cataluña siempre os estemos explicando que las cosas que os cuentan de aquí son mentira?
— Irene (@LahijadelaMari) 24 de febrero de 2018
El mensaje ha tenido una notable acogida entre los ‘independes‘, lo que ha llevado a Cristian Campos a desmentirlo expresamente en ‘El Español‘:
1. «Si no sabes catalán te marginan, insultan o no consigues trabajo».
Según el decreto 161/2002 de 11 de junio el catalán es «el idioma propio» de Cataluña -inexistente como concepto lingüístico o legal en las naciones desarrolladas- y también la lengua de la Administración catalana. Y eso a pesar de que el 55% de los catalanes tiene como idioma de uso preferente el castellano por sólo el 30% que dice tener el catalán, según recoge Cristian Campos en El Español.
2. «Los niños no aprenden castellano».
Los niños catalanes reciben sólo dos horas de castellano a la semana. Concretamente, las correspondientes a la asignatura de lengua castellana. Pretender que niños que sólo leen y hablan en castellano durante ciento veinte minutos a la semana dominen el idioma con la misma destreza que los que lo leen y hablan durante mil ochocientos a la semana es pensamiento mágico.
3. «La gente, cuando sabe que eres de Madrid, te trata diferente».
Esto es obviamente falso. Como Harry el Sucio, los nacionalistas catalanes son exquisitamente democráticos en su desdén y tratan con el mismo desprecio tanto a madrileños como a castellanos, murcianos, valencianos o extremeños.
4. «Uy, con una bandera/camiseta/pegatina de España no se puede salir a la calle porque te apalean».
La sede de Ciudadanos en Hospitalet de Llobregat ha sido atacada once veces desde 2015.
La redacción del diario Crónica Global fue asaltada en enero a martillazos por militantes de Arran.
Un reportero de 13TV que seguía la campaña electoral de Junts pel Sí fue agredido en septiembre de 2015 por un seguidor del partido.
La ganadora de las elecciones catalanas, Inés Arrimadas, tiene que pasear por su barrio con escolta mientras algunos vecinos le gritan «puta» o le exigen que se vuelva a su país.
El 26 de junio de 2014 unos padres se quejaron de que su hija había sido agredida en el colegio por llevar una pegatina de España en la carpeta. La dirección del colegio les contestó que eso eran «cosas de niños».
5. «Los independentistas odian España y a los españoles».
Me van a permitir que no me detenga en este punto en concreto. No sabría ni por dónde empezar y siento una pereza oceánica ante la perspectiva de ponerme a buscar y citar los cientos, miles de ejemplos de declaraciones racistas, xenófobas, malintencionadas, difamadoras, insultantes y vejatorias del independentismo, tanto civil como político, hacia España, los españoles, Europa, la UE, el Rey, la Constitución o el Estado de derecho.
6. «Desde pequeños les inculcan el odio a España en los colegios».
La escuela catalana es, junto con TV3, la principal herramienta de consolidación y expansión del nacionalismo catalán y el brazo armado del adoctrinamiento ideológico independentista. Ya en el Programa 2000, la hoja de ruta a largo plazo del nacionalismo catalán elaborada por la Administración Pujol en 1990, se hablaba de la enseñanza como un sector clave en la estrategia de radicalización de la población catalana.
7. «En los libros de texto de las escuelas catalanas pone que Cataluña es un país».
El sindicato catalán de profesores AMES realizó el año pasado un estudio comparativo de los principales manuales de ciencias sociales usados en los colegios catalanes y llegó a la conclusión de que en ellos «hay planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos».
8. «El puerto de Barcelona está desierto y vienen muchos menos turistas».
Barcelona registró un descenso oficial del 5,3% en las reservas de los hoteles durante el último trimestre de 2017. Pero las cifras reales son bastante mayores y alcanzan el 30% en el terreno de la hostelería y el 25-30% de caída en las ventas acumuladas del sector. En diciembre de 2017, las cifras de venta de los hoteles de cinco estrellas en Barcelona registraron un descenso en sus cifras de facturación de un 35%.
9. En Cataluña normalmente te aceptan, vengas de donde vengas y si te apetece integrarte y conocer sus costumbres serás uno más. Con o sin idioma. Cada uno es tan catalán como quiera sentirse.
VÍDEO DESTACADO: Cataluña: El independentista enloquece